HEMOS leído en la prensa (o sea, en el Diario) que este verano no van a funcionar los lavapiés ni las duchas en las playas de Cádiz, según ha confirmado…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SE suele recordar que la Feria de Sevilla fue ideada por un catalán, Narciso Bonaplata, y un vasco, José María Ybarra. Por supuesto, no eran un catalán y un vasco independentistas, ni la Feria ganadera de 1847, con sus 19 casetas en el Prado, era como la de 2024. Sin…
FALTAN siete días para las elecciones en el País Vasco. Los de EH Bildu sueñan con ganar. Sería su primera vez. ¿Pasearán en gabarra? El mejor padrino para botarla sería Pedro Sánchez, que tanto les ha ayudado, hasta el punto de que ya pocos se acuerdan de que son los…
HEMOS llegado al día más esperado del COAC: el de la gran final. Todo lo que ha ocurrido tenía este objetivo. Es una final bastante previsible. No les discuto sus méritos, sino todo lo contrario. Pero si antes de empezar el concurso hacemos una quiniela con los finalistas, incluso antes de escucharlos, incluso en verano, probablemente acertaríamos el 80% de los que hoy cantarán, o puede que más. El Carnaval del siglo XXI tiene pocas novedades. De modo que el cartel de la final siempre sale parecido: los consagrados (algunos los llaman las vacas sagradas) y dos o tres sorpresas de cada año. Cada vez es más difícil un pelotazo que tenga continuidad, como se ha visto con los ‘Daddy Cadi’; y también hay sufridores que empiezan a ser habituales, como les ha pasado a El Canijo (al que muchos daban como finalista) y a El Sheriff en chirigotas, o a Subiela en comparsas. Ilustres, con pasado, pero sin el mismo trato que otros.
ES vergonzoso que un Ayuntamiento de izquierda populista conceda licencia de obras para derribar uno de los pocos chalés que quedan en Cádiz y construir pisos. Es vergonzoso, pero también es legal, porque el PGOU lo permite. Puede que a Martín Vila, como concejal delegado de Urbanismo, le preocupen más otros asuntos, como los badenes y el carril bici. Incluso puede que los chalés les suenen a casas de burgueses. Pero se supone que una de las banderas culturales de la izquierda(al menos de la civilizada) es la defensa del patrimonio y el freno a la especulación. Propósito en el que deberían coincidir todas las personas que tengan una sensibilidad mínima y afecto por su ciudad, al margen de las ideologías.
TANTO ha gustado el Año Murillo que ahora en un año caben tres o cuatro. Se suponía que este sería el Año Magallanes, como han denominado a la conmemoración del 500 aniversario de la primera circunnavegación, a pesar de que no duró un año, sino que salieron de Sevilla el 10 de agosto de 1519 y regresaron 18 marineros al mando de Elcano el 8 de septiembre de 1522. Así que lo del año es por ponerle un nombre. Ahora hemos llegado al Año Bécquer, que es otra impropiedad, ya que van a celebrar el Año de los Bécquer, el poeta Gustavo Adolfo y el pintor Valeriano, cuyos apellidos oficiales eran Domínguez Bastida. Los Bécquer vienen del nombre artístico que adoptó el padre, el también pintor José Domínguez Bécquer, herencia de unos antepasados ricos de origen flamenco que llegaron a Sevilla en el XVI, como tantos. Los dos hermanos del Año Bécquer murieron con tres meses de diferencia (Valeriano en septiembre y Gustavo Adolfo en diciembre, ambos en Madrid), pero sus méritos artísticos no están al mismo nivel.
EN un acto muy bonito y entrañable, según hemos leído en el Diario, han devuelto a los niños del paraguas a su fuente del Parque Genovés. Pero ¡atención! No son los niños verdaderos, que se llaman Pablo y Virginia, y proceden de una novela pre-romántica y trágica, que publicó Jacques-Henri Bernardín de Saint Pierre, a finales del siglo XVIII. Un modelo que fue difundido por el autor, Andrea Boni, según descubrió Lorenzo Alonso de la Sierra. Como digo, estos niños del paraguas, a los que recordamos de toda la vida en su fuente del Parque, no son los originales, sino una copia similar que allí han colocado para evitar males mayores.
LA polémica comenzó con un ensayo de Los Panaderos. Según pareció, algunos policías locales confundieron a la parihuela con un camión de reparto. A Juan Carlos Cabrera, en su calidad de responsable municipal del Tráfico y de las Fiestas Mayores, esta bulla le ha pillado de pleno. Por lo que puede darse el caso de que las parihuelas sean reprobadas en los festejos de la Semana de la Movilidad o algo de eso. Conozco a personas que piensan que las parihuelas son peor tratadas que los patinetes eléctricos. A pesar de que las vemos venir, y es poco probable que arrollen a una criatura. Por el contrario, se conocen casos en que un paso ha sido atropellado, como el famoso incidente del tranvía con el paso de palio de la O, en el que resultó herido Salvador Dorado.