LAS chapucerías del callejero en Cádiz no han empezado ahora, sino que vienen de siglos pasados. La lista de los 40 principales que no tienen calle está encabezada por Alfonso…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
SUCEDIÓ el día después de la entrega del premio Cervantes. Aquel acto fue presidido por los Reyes, don Felipe y doña Letizia, flanqueados por Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, que no estaban acompañados por sus parejas. El premio fue recibido por Luis Mateo Díez, un gran escritor, de elaborada…
ES digno de compasión el papel que ejerce el portavoz socialista, Fran González, en el Ayuntamiento de Cádiz. Debe elegir constantemente entre susto o muerte. El susto es apoyar a la oposición del PP y Ciudadanos, con la que un sanchista como él no se debería asociar. Pero la muerte es apoyar al equipo de Podemos y Unidos, cuya incompetencia y falta de ideas conoce a fondo y padece de cerca. En la Fundación de la Mujer se ha vuelto a ver, en este duelo que ya es cansino. Pretendían quitar la vicepresidencia a María Fernández-Trujillo, de Ciudadanos, para devolvérsela a Ana Camelo, de Podemos. Como Fran conoce a las dos, sabe quién representa el susto y quién sería la muerte.
AL cumplirse los 10 años del asesinato de Marta del Castillo han vuelto a ponerse los focos mediáticos sobre un caso que sigue provocando una oleada de indignación popular. Se diga lo que se diga, ha sido un fracaso para la Policía y para la Justicia. Es cierto que Miguel Carcaño se confesó autor del crimen, que está pagando sus culpas en prisión (tras ser condenado a 21 años), y que no se le ha permitido beneficiarse de ventajas penitenciarias. Es cierto que los sospechosos fueron enjuiciados y que algunos quedaron absueltos por falta de pruebas. Sin embargo, aún se ignora dónde está el cadáver de Marta. No ha sido hallado, ni se sabe dónde puede estar.
EL nuevo turismo gaditano es el de la nueva cocina. Se ha notado en Fitur, donde la Diputación ha apostado por las ferias y eventos relacionados con la gastronomía. No es por casualidad, sino porque The New York Times es un diario influencer de tomo y lomo (en manteca). Ha puesto el foco al situar a Cádiz entre los destinos del 2019, y destacar de modo sobresaliente la cocina gaditana. Ahí tenemos un filón. Se añade a otros que ya existen, y que no se pueden olvidar, como el turismo de playas en verano y el cultural durante todo el año. En conjunto, es una oferta imbatible. Y contra eso no hay que despotricar, sino aprovecharlo para atraer turismo de lujo y aumentar el nivel de renta provincial.
DECÍAMOS ayer que la Junta, en esta nueva etapa, debería reconocer con el nombramiento de Hijo Predilecto de Andalucía a Antonio Burgos, que se lo merece desde hace muchos años. Y nadie lo podría ver como un favor, porque él siempre ha sido independiente y ha repartido para todos, a izquierda y derecha. Pero no es el único caso de marginación. En el listado de medallas e hijos predilectos aparecen muchas personas que se lo merecían, pero también un montón de colegas y amigotes, casi todos de la misma cuerda. En el mundo del arte y la cultura han sido sectarios. Por ejemplo, no han concedido la Medalla de Andalucía a Luis Álvarez Duarte ni a ningún imaginero andaluz, mientras reconocían a artistas de inferior valía y méritos.
EXISTE un clamor popular y ciudadano para que el cambio se note. También para darle otro aire a las medallas y distinciones del 28-F. Si Andalucía celebra en ese día su autonomía, que fue la reconquista democrática de la libertad, se debe notar, pero de verdad. Empezando por incluir en los nombramientos a los que fueron castigados con un vergonzoso y partidista olvido. Por eso, varios compañeros periodistas, a los que me adhiero, están pidiendo estos días la Medalla de Andalucía para Antonio Burgos. Pero seamos justos. La Junta no debe concederle una medalla, sino nombrarlo Hijo Predilecto de Andalucía, su máxima distinción. Igual que lo nombraron Adoptivo en Cádiz, en tiempos de Teófila. Se lo merece desde hace muchos años. Y no sólo porque sea un gran periodista, un maestro de generaciones de articulistas, sino por su importancia para forjar la conciencia de Andalucía.