ANTES se decía “Fulanito vive a cuerpo de rey”, y no era por don Juan Carlos I, que acaba de publicar sus memorias. Sin embargo, ahora (cuando no invitan al…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ABEL Moreno Gómez es un triunfador. Y eso despierta la admiración en la gente sencilla, y es lo que se quedará para la posteridad. Pero también origina envidia, entre los que intentar regatear méritos. Abel Moreno es una figura de la música popular sevillana, andaluza y española, pero no siempre…
LES quedará el consuelo de que peor que ahora no van a estar, cuando se vote. El congreso del PP andaluz les ha llegado en su momento más difícil de la legislatura. Juanma Moreno se equivocó, al pecar de un exceso de confianza con la sanidad andaluza. En décadas pasadas,…

TODAVÍA hay gente diciendo que han pasado seis meses y no se nota el cambio en la Junta de Andalucía. ¡Anda que no! Es verdad que en este medio año todavía no han puesto la primera piedra del hospital de Puntales, ni de la Ciudad de la Justicia. Por ser realistas, ni siquiera han presidido Juanma Moreno y Juan Marín el viaje inaugural del tranvía de la Bahía entre Chiclana y Cádiz, con escala intermedia y brindis a los vecinos de la calle Real de San Fernando. Pero el cambio de la Junta en Cádiz se nota un montón. En el Diario han publicado una foto de una rueda de prensa, donde se ve a Ana Mestre, flanqueada por Ignacio Romaní y Mercedes Colombo, y detrás se lee Junta de Andalucía. Delegación del Gobierno en Cádiz.
TENIENDO en cuenta la alegría de Juan Espadas por el turismo, es raro que el Ayuntamiento de Sevilla no haya creado la Delegación Municipal de la Felicidad en la última remodelación. Parece que están de moda y que abundarán en los próximos años. En la población onubense de San Bartolomé de la Torre aprobaron el objetivo de ser el pueblo más feliz de España en 2030. Los bartolinos y bartolinas están locos de contentos y piensan que le dará fama al pueblo. Puede que acudan allí los tristes y los desesperados, en peregrinaciones masivas para ser felices. Se puede convertir en un parque temático de la felicidad. Se empieza así, como una gracia y a carcajadas, y se acaba despotricando de los turistas.
EN junio de 2015, cuando los concejales de Podemos y Ganemos llegaron al gobierno municipal de Cádiz, no tenían ni idea de cómo se gestionaba. El Ayuntamiento no quedó colapsado gracias a los funcionarios, que siguieron haciendo más o menos lo mismo de antes. También ficharon como asesor personal del alcalde a José Vicente Barcia, como hombre de confianza del partido, para que le moviera los hilos a Kichi. Mantuvieron a algunos directores y jefes, se cargaron a otros, y huyeron los que pudieron. Con el tiempo, la oposición de PP, PSOE (entonces los socialistas, con Fran González, hacían oposición) y Ciudadanos consiguió controlar dos ínsulas: Onda Cádiz TV y la Fundación de la Mujer. Pero todo eso va a cambiar.
ES el mes de las vacaciones, de la desconexión, de las ausencias, de la ciudad que se queda aún más para los turistas. Sin embargo, en Sevilla, agosto es también el mes de la Virgen de los Reyes. Se suele decir que el 15, festividad de la Asunción, es el día de la Virgen, con la procesión que rodea las gradas de la Catedral y que crea un prodigio de amores e ilusiones en el corto horario comprendido entre las ocho de la mañana, cuando la Virgen sale por la Puerta de los Palos, y alrededor de las nueve y media, o incluso antes, cuando regresa. Es el día grande de la Patrona, sin ninguna duda. No obstante, para sus fieles más auténticos, para la Asociación, para los capellanes reales, la devoción dura casi un mes.
LOS forasteros que veranean en agosto no entienden las singularidades de la idiosincrasia gaditana. Pónganse en el pellejo de un veraneante que llega a Cádiz por el nuevo puente (ese puente que no serviría para nada, según algunos cenizos) y se dirigen del tirón hacia el casco antiguo por la antigua carretera industrial. Tras pasar la glorieta y el edificio de los bomberos, hallarán un carril bici grande y nuevo, sin apenas bicicletas, y una acera muy estrecha por la que van paseantes y presuntos atletas. Al pasar junto a la tapia blanca de los astilleros de Cádiz, donde siguen trabajando criaturas, a pesar de los pesares, puede que les sorprenda una pintada escueta y enigmática, escrita apresuradamente en dicha tapia: Costal.