LAS chapucerías del callejero en Cádiz no han empezado ahora, sino que vienen de siglos pasados. La lista de los 40 principales que no tienen calle está encabezada por Alfonso…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
SUCEDIÓ el día después de la entrega del premio Cervantes. Aquel acto fue presidido por los Reyes, don Felipe y doña Letizia, flanqueados por Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, que no estaban acompañados por sus parejas. El premio fue recibido por Luis Mateo Díez, un gran escritor, de elaborada…
LA gente está como loca con el VAR en el Mundial de Rusia. Es un invento maravilloso. Permite corregir las pifias de los jueces de línea miopes y los árbitros cegatones. Guruceta no hubiera pasado a la historia del arbitraje con el VAR. Esos errores inhumanos, goles fantasmas, penaltis birlados, fueras de juego por la cara, que te costaban tres puntos un domingo sí (y otro quizá también) se están corrigiendo con el VAR, que traza la línea roja y te dice si la han cruzado o no. Además de que dificultará los robos de puntos en el fútbol, y permitirá clasificaciones más razonables, es un invento de enorme utilidad. El futuro es suyo y se puede extender a las ciudades. Espadas es un precursor, que ya asumió la videovigilancia, pero hay que depurarlo.
SE le nota a Pablo Iglesias que está crecido. Después de colocar a Pedro Sánchez en la Moncloa y de haber exhibido su chalé, así como de haberle demostrado a Teresa y José María que en su casa de Podemos manda él, ya va imparable. Ha llamado la atención su propuesta para crear una empresa pública que se dedique a la exportación de marihuana desde España. Apoyaba así a su compañero Jorge Moruno. Según dijo en una entrevista en Radiocable, la marihuana es estupenda, mejor que el alcohol y el tabaco, por lo que no sólo recomienda legalizar el consumo, sino también la exportación. Supongo que a los países donde todavía no llegan las mafias, ni condenan a la cárcel por traficar.
ES una vergüenza que Sevilla no tenga una Ciudad de la Justicia en funcionamiento. Un edificio grandioso, que sea un icono de la ciudad justa del siglo XXI, con mejores argumentos que las setas. Esta carencia grave se nota en los acontecimientos judiciales, como se está viendo desde ayer en las declaraciones tres días a la semana de los condenados en el caso de La Manada, que acudirán lunes, miércoles y viernes. Como era de suponer, ya se ha montado otro circo mediático. Se suma al de los paseíllos de los Eres, que comenzó con la maleta de la juez Mercedes Alaya y sigiuió con los paseíllos; así como otros casos funestos, entre ellos varios crímenes. Dudo que haya una ciudad con más méritos que Sevilla para tener una Ciudad de la Justicia de lujo. Manuel Chaves y José Antonio Griñán, dos de los tres últimos presidentes de la Junta de Andalucía, han pasado por allí, y han podido constatar que era necesaria.
NO me ha llamado la atención la polémica que ha surgido con el tranvía de la Bahía. Desde que lo anunciaron, he dado por supuesto que es un proyecto para la generación de nuestros tataranietos. Si es que por entonces los robots 5.0 viajan en tranvías; o se ha inventado algo diferente para tirar el dinero a la basura. Me parece una exageración que en Bruselas le pongan un ultimátum a la Junta de Andalucía para que devuelvan los 100 millones de euros que aportaron, si el tranvía no está circulando en marzo del año 2019. ¡Señores de Bruselas, no sean tan impacientes! El tranvía de la Bahía ya ha circulado entre Chiclana y San Fernando, en periodo experimental. Pero los experimentos no se solucionan de la noche a la mañana.
SE suele decir que Sevilla es propicia a la ojana y el peloteo. Por eso, en la ciudad no sólo gusta un pregón para cualquier evento o circunstancia, sino que también gusta mucho un premio, que es el compendio de las pompas y vanidades. La semana pasada el alcalde, Juan Espadas, expresó su intención de que Sevilla sea la capital del cine español, europeo y mundial. Esto es, la capital del cine galáctico. Y ha apostado por pedir la gala de los Premios Goya (que son los premios con más premio, por su rima, que no es con Sevilla, sino con cebolla), pues no está suficientemente contento con los premios del Cine Europeo, ni con los Max del teatro, ni con los Ondas, ni con cualquiera de esos premios que entregan todas las semanas en esta su ciudad.