ANTES se decía “Fulanito vive a cuerpo de rey”, y no era por don Juan Carlos I, que acaba de publicar sus memorias. Sin embargo, ahora (cuando no invitan al…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ABEL Moreno Gómez es un triunfador. Y eso despierta la admiración en la gente sencilla, y es lo que se quedará para la posteridad. Pero también origina envidia, entre los que intentar regatear méritos. Abel Moreno es una figura de la música popular sevillana, andaluza y española, pero no siempre…
A los pocos días de la catástrofe, escribí que Carlos Mazón debía dimitir como presidente de la Generalitat valenciana. Es lo que pensaban (y siguen pensando) la mayoría de los ciudadanos. Ha sido un error mayúsculo que permaneciera en el cargo, con la excusa de que sería el piloto de…

ES natural que Juanma Moreno y Juan Marín hayan puesto el grito en los cielos de la Moncloa, al conocer el reparto de los fondos del Covid 19. Una vez más, le han dado el cobazo a Andalucía, esta vez con el Covid. En el reparto del sorteo le han tocado 597,6 millones de euros, que no están nada mal si se dice así, a bote pronto del Euromillones. Pero es una minucia si se compara con los 1.495 millones que le han correspondido a Madrid y los 1.246 millones para Cataluña. Ha pasado como en el Gordo de Navidad, que siempre toca en Madrid (mayormente en Doña Manolita, ahora Doña Isabelita, por la señora Díaz Ayuso) y en algunas administraciones de Barcelona (en esta ocasión la del afamado lotero Quim Torra). Por el contrario, a Andalucía, que es la comunidad más poblada de España, sólo le tocan las pedreas y las pedradas, y se conforma con los reintegros. En San Telmo están gafados. El jefe de las loterías trabajó con María Jesús Montero cuando era consejera. ¡Qué tiempos aquellos! Decía lo contrario de lo que dice ahora.
EN el pleno municipal sobre los alojamientos turísticos pasó lo que era justo y necesario. Como el alcalde Kichi y su grupo de Adelante Cádiz no tienen mayoría absoluta, esta vez fallaron en su intento de aprobar un proyecto que es retrógrado, contrario al sentido común y que dejaría a la ciudad en una posición desfavorable para reactivar el turismo cuando sea posible. Han confundido a la gente, con la demagogia del populismo anticapitalista o lo que sea. Pues no está en juego que la ciudad sea para los vecinos en vez de para los turistas. Ni siquiera se trataba de regular el uso turístico de las viviendas, que depende de la Junta de Andalucía. Pretendía congelar las inversiones en hoteles, edificios de apartamentos turísticos y hospedajes tradicionales. Es decir, impedir proyectos de alojamientos en Cádiz.
LA diferencia entre China y España para controlar la pandemia es que los chinos son más disciplinados. Están acostumbrados a que los pongan firmes, mientras que los españoles van a su aire. Esto se decía antes de que decretaran medidas como el uso obligatorio de las mascarillas. Y puede que tengan un fondo de razón, pero depende de las aplicaciones. No las del teléfono móvil, sino de los decretos. Cuando se obliga a cumplir, por el sencillo método de “esto es lo que hay”, se cumple. Por ello, es esencial la actitud de las autoridades y de las fuerzas del orden a su mando. No es lo mismo cuando se aplica en plan pasota que cuando van en serio. En Sevilla, el alcalde, Juan Espadas, y el teniente de alcalde de Gobernación, Juan Carlos Cabrera, se lo han tomado en serio.
UNA vez más se ha visto que hay mucho talento desaprovechado en Cádiz. La Unión Europea estaba a la gresca para repartirse el parné. Decían que era una mesa de negociación de frugales contra gorrones. Los frugales eran Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca; o sea, los países ricos del Norte, de ellos dos (suecos y daneses) con gobiernos socialistas. Los gorrones eran los demás, sobre todo España y los países arruinados del Sur. ‘Los frugales’ y ‘Los gorrones’ podrían ser los nombres de dos coros del Carnaval. O incluso de uno: ‘Gorronas y frugales’, como ‘Piconeras y franceses’, que da más juego. ¿Y cómo han resuelto este problema tan peliagudo en Bruselas? Organizando una reunión que parecía una final del Carnaval.
HA sido como los premios del Euromillones. De vez en cuando, en la administración de loterías del Nervión Plaza, o en otra de por ahí, a alguien le toca una millonada. Se vuelven locos de alegría y les entra un torbellino existencial, porque hay que afrontar otra vida. ¡Se acabó la frugalidad! Pues eso le ha pasado a Pedro Sánchez en Bruselas, donde el Euromillones de los políticos aprobó 390.000 millones de euros en subvenciones y 360.000 millones en créditos. ¿Y cuánto nos toca en ese sorteo? España recibirá 140.000 millones, de los cuales 72.700 millones serán ayudas a fondo perdido. ¿Perdido, dice usted? Siempre se pierde algo por el camino. Los caminos de Bruselas, Luxemburgo y Suiza están llenos de peligros. Pero la pregunta del euromillón es: ¿Y a Sevilla, cuánto le va a tocar?