TODAVÍA no ha descendido oficialmente. Sin embargo, existe una evidente resignación. Un milagro sería el más milagroso de la historia del Cádiz CF. Pocos confían aún en ellos, ya que…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
DESPUÉS del numerito sandunguero de Pedro Sánchez, ya nadie habla de la Feria. ¿El paripé del presidente ha sido una cortina de humo? Pues no. Todo forma parte de las dos Españas. En los cinco días de reflexión, se criticó a José Luis Sanz por convocar un referéndum. Ya que…
ADVERTI el pasado domingo que el lunes sería el día del teatro. Engañó a la ciudadanía, fingiendo una tragedia. El equívoco siguió hasta el último minuto, con la visita al Rey y la puesta en escena de la Moncloa. ¿Para qué? Para convertir la tragedia en farsa. La ciudadanía se…
CON todo lo que está pasando en Cataluña, ha tenido escaso y fugaz impacto mediático un hecho que me parece muy preocupante: la censura cultural ha vuelto a Cádiz. Por si quedaba alguna duda de que favorecen a unos, en detrimento de otros, a la hora de programar, han dado un paso para ir más lejos. Se interrumpió un ciclo de cine israelí, que había empezado a proyectarse en el ECCO, cuando todavía faltaban dos películas. La motivación fue totalmente política, sin disimulos, con el argumento de que Cádiz se ha adherido a una campaña de Apartheid a Israel, “como respuesta económica a la ocupación de Palestina”.
ASÍ que cuando estaban en lo mejor para ellos (para los independentistas, se entiende) llegó el gatillazo. Fue una gran decepción, que los revolucionarios desenfrenados de la CUP no le perdonarán. Cuando estaban a punto de alcanzar el éxtasis tan esperado, él se vino abajo, y dijo que no podía. Así que lo proclamaba, pero reconoció que lo suspendía, y que había llegado el momento de dialogar. A ver si la próxima vez le sale mejor. Uno de los expertos que mejor conoce este asunto, Josep Borrell, lo resumió en una frase profética tuitera: “Evitarán la tragedia, pero continuarán la comedia”.
A lo largo y ancho del verano, no se ha hablado de otra cosa en el Ayuntamiento que de la municipalización de los servicios de playa. Hemos entrado en el otoño caliente (con tiempo de verano, a 30 grados) y la playa de la Reina Victoria está más sucia y con servicios mínimos. Ya he escrito en otras ocasiones que lo importante de los servicios no es que sean municipales o privados, sino que funcionen con eficiencia y con un coste razonable. Pero en Cádiz se les ha ido toda la fuerza por la boca. Se habla de los chiringuitos de invierno, de prolongar la temporada, y de no sé qué más. Pero la realidad es que los servicios de playa han sido prácticamente desmantelados.
SOBRE la calle Mateos Gago se han escrito ríos de tinta impresa. El barrio de Santa Cruz quedaría ennegrecido si se diluyera todo lo que se ha escrito sobre esta calle tan céntrica. Es poco original. Sin embargo, seguimos escribiendo sobre la calle Mateos Gago, porque el Ayuntamiento quiere arreglarla, y de vez en cuando ofrecen ruedas de prensa, como la de los concejales Antonio Muñoz y Juan Carlos Cabrera, para que se siga escribiendo y hablando de la calle Mateos Gago, que dentro de un año y medio será “semipeatonal”, y tendrá el tráfico muy restringido, y habrá menos veladores, y una plataforma, con las bendiciones de la Comisión del Patrimonio, que ya tiene el informe para estudiarlo.
SABEMOS que no es lo mismo una manifestación con un millón de participantes en Barcelona que con varias decenas en Cádiz. En las grandes ciudades, el éxito se mide por el millón de participantes. En ese sentido, la convocatoria de ayer en Barcelona fue un éxito para la Cataluña constitucional y democrática que quiere seguir siendo española. Está científicamente demostrado que en todas las manifestaciones con “un millón” de participantes no hay ni la mitad. Pero si la Guardia Urbana de Barcelona, a las órdenes de Ada Colau, dice que había 350.000 significa que había más o menos lo mismo que en las grandes concentraciones independentistas. Fue un éxito. Y estuvo muy bien que dieran la cara Mario Vargas Llosa o Josep Borrell, a los que no es tan sencillo acusarlos de fachas. No obstante, hay que recordar que las grandes manifestaciones de la democracia son las elecciones.