CANTABA Lucho Gatica que la distancia es el olvido. Y después lo han cantado muchos más, en diferentes versiones. Pero no hace falta recurrir al bolero para dar el cante.…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SEVILLA es una ciudad polarizada en lo futbolístico. La rivalidad entre Sevilla y Betis (o a la inversa) se traslada incluso al cartel de la Cabalgata de los Reyes Magos, obra de Fernando Vaquero. En ese contexto, se ha consolidado la tercera vía del fútbol sevillano: el estadio de La…
PARA la diócesis de Cádiz y Ceuta es una buena noticia que uno de los dos obispos auxiliares de Sevilla, Ramón Darío Valdivia Giménez, haya sido nombrado administrador apostólico. Por dos motivos, principalmente. El primero es que por fin la Santa Sede admite la renuncia que el obispo Rafael Zornoza…

VERDADERAMENTE corren tiempos difíciles, y son malos tiempos para la lírica, como diría Bertolt Brecht. Ustedes lo están viendo. El mundo se ha enloquecido. En plan totalmente Murphy, cuando puede ocurrir algo malo, sucede algo peor. Ahí está el Brexit. Ahí tenemos a Donald Trump en la Casa Blanca. Ahí hemos visto las inundaciones de Málaga, justo el día antes de llegar Hollande para una cumbre hispano francesa con Rajoy. Ahí nos hemos enterado de que lo ha invitado a una reunión en París. Hollande quiere que España forme parte del núcleo fuerte de Europa, junto a Francia, Alemania e Italia. Es para echarse a temblar.
HAY que ver lo que cambia la vida de un siglo a otro. Lo pensaba al leer la crónica sobre el derribo de las murallas de Cádiz (un hecho acaecido el 3 de marzo de 1906), que publicó Diego Joly en el Diario recientemente. Aquello se vivió en Cádiz como un acontecimiento estupendo, un símbolo del progreso para una ciudad que se abría al mundo. Todavía no tenían en mente cambiar el PGOU de la plaza de Sevilla. Sin embargo, ahora uno de los argumentos que esgrimieron contra el hotel de Renfe es que taparía las murallas, o lo que queda, se entiende. Porque todo el frente del muelle se lo llevaron por delante a principios del siglo pasado.
TARDE malange y grisácea que pareció contagiar al Cádiz. No se le vio esta vez como un equipo con recursos para estar arriba. Pareció como si después de lo ocurrido en Getafe (donde le escamotearon un punto para afirmarse), no se lo terminaran de creer. Hay que ser realistas para ver que el objetivo de la fase de ascenso será muy difícil. El Levante ya es inalcanzable y el Girona va en busca de ese camino. El Cádiz aún está en el pelotón de los que pelean detrás por los puestos de promoción. Y, si miramos a los de abajo, el puntito de ayer no está mal. Aunque sabemos que no fue bueno para aumentar las ilusiones.
AYER fue un día de suerte, tocaba regar. Unos operarios de la limpieza, todavía sin municipalizar, acudieron a la playa de la Victoria. Se esmeraron en su labor, con el resultado de que el módulo central lo dejaron como el lago Titicaca, de tanta agua como había. Consecuencia colateral fue que los pobres okupas que allí tienen su refugio debieron emigrar a la arena, donde amontonaron sus pocas pertenencias. Fue como un desahucio de la okupación, pero sin policías ni concejales. La verdad es que daban pena, aunque ese no sea el mejor campamento gaditano.
PASA con el tráfico lo mismo que con el fútbol: todo el mundo cree que entiende. Todos llevamos dentro un entrenador, pero también un taxista de los que no van al aeropuerto. Por eso, será difícil la cruzada que va a poner en marcha el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, para que disminuyan los accidentes. Es cierto que está curtido en Sevilla, una de las ciudades donde peor se conduce de España, donde más tontamente están regulados los semáforos, y donde hay más víctimas en accidentes urbanos. Pero, para salir a hombros, deberá superar tentaciones; incluida la de aumentar las multas fáciles, en vez de cortar el origen del mal.