CANTABA Lucho Gatica que la distancia es el olvido. Y después lo han cantado muchos más, en diferentes versiones. Pero no hace falta recurrir al bolero para dar el cante.…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SEVILLA es una ciudad polarizada en lo futbolístico. La rivalidad entre Sevilla y Betis (o a la inversa) se traslada incluso al cartel de la Cabalgata de los Reyes Magos, obra de Fernando Vaquero. En ese contexto, se ha consolidado la tercera vía del fútbol sevillano: el estadio de La…
PARA la diócesis de Cádiz y Ceuta es una buena noticia que uno de los dos obispos auxiliares de Sevilla, Ramón Darío Valdivia Giménez, haya sido nombrado administrador apostólico. Por dos motivos, principalmente. El primero es que por fin la Santa Sede admite la renuncia que el obispo Rafael Zornoza…

COMO estamos en Carnaval, la gente ya no se interesa por la política loca, digo local, sino que habla del tiempo y de la gripe. Apenas se conocen personas gaditanas que no hayan padecido la gripe o un buen catarro en este maldito invierno. En el SAS también andan como locos, con las urgencias colapsadas y tal. La culpa es de la gripe, que casi ha quintuplicado su incidencia, si la comparamos con el año pasado. El invierno anterior había en la provincia 167 casos de gripe por 100.000 habitantes, mientras que este invierno hay 716. La estadística tiene toda la pinta de ser falsa, hay muchos más, pues algunos no acuden al médico, ¿y cómo se enteran en el SAS? Hasta nuestro entrenador, Álvaro Cervera, se pilló la gripe. Esperemos que no se la contagie a la plantilla.
HAY que entenderlo: él no quería fusilarlos, sino que lo dijo “con ironía”. Y no era la Guerra Civil, aunque hubo lucha entre civiles. Los incidentes de Pedrera (entre la comunidad más o menos local y los rumanos) han servido para poner de manifiesto que en una sociedad supuestamente democrática también hay odio y bajas pasiones. En situaciones difíciles, se puede prender la llama del extremismo. Se lo recuerdo a los de la Memoria Histórica, que tanto tergiversan la historia y se olvidan de las circunstancias. Es muy fuerte que te quemen un coche, pero todavía peor es que te fusilen a tu hermano. En la Guerra Civil hubo fusilamientos en ambos bandos. Y en la guerrita de Pedrera, el señor alcalde, Antonio Nogales, de Izquierda Unida, pronunció palabras intolerables.
CONSEGUIR el fin de los gorditos y las gorditas. Ese es el objetivo que se ha marcado la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Por fin ha llegado una señora con las ideas claras, la consejera Marina Álvarez, que ha recordado que la obesidad está muy mal, siguiendo lo que dice la Organización Mundial de la Salud, tampoco lo ha inventado ella. Y además los gorditos y las gorditas le cuestan una pasta (y un pico) a la Sanidad pública, que paga todo el mundo, incluso los esqueléticos y las esqueléticas. Así que ha comenzado la campaña por una alimentación saludable, sin porquerías ni grasas que engorden. Tiempos de amor al deporte, en los que practicará ejercicio físico todo aquel que no esté lisiado o lisiada. Dicho de otro modo: ya no gustan las curvas, que se quedarán para los puertos de montaña.
A propósito de la serie La Peste, de Alberto Rodríguez y Rafael Cobos, ha vuelto a la actualidad esta epidemia, ocurrida en 1649. No pocos historiadores la consideran el verdadero origen de la decadencia de Sevilla, bastante antes del traslado de la Casa de la Contratación a Cádiz en 1717, que llegó cuando el declive ya era muy evidente. El alcalde, Juan Espadas, ha llegado a decir que la serie (que emitirá Movistar Plus, en formato de pago bajo demanda), servirá para hacer publicidad de Sevilla. Todo se limita a lo mismo. Era una Sevilla que se presta al reduccionismo fácil de los buenos y los malos, a la demagogia, pero que vivía una situación muy compleja.
CÁDIZ es una ciudad difícil, porque no es como las demás. En las otras, los vecinos se suelen unir por objetivos importantes para su futuro, tendentes a mejorar las condiciones de vida y con proyectos definidos. Por el contrario, en Cádiz las plataformas se suelen constituir (en un porcentaje curioso) para fastidiar a los señores y señoras que han creado otras plataformas. De modo que la segunda plataforma se constituye contra la primera, y la primera se rebrinca contra la segunda. Y al final no se hace nada, y la vida sigue igual, por supuesto. Pero ¿y la alegría que eso genera? ¿Y las declaraciones? ¿Y el protagonismo efímero? Así vamos.