ANTES se decía “Fulanito vive a cuerpo de rey”, y no era por don Juan Carlos I, que acaba de publicar sus memorias. Sin embargo, ahora (cuando no invitan al…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ABEL Moreno Gómez es un triunfador. Y eso despierta la admiración en la gente sencilla, y es lo que se quedará para la posteridad. Pero también origina envidia, entre los que intentar regatear méritos. Abel Moreno es una figura de la música popular sevillana, andaluza y española, pero no siempre…
LES quedará el consuelo de que peor que ahora no van a estar, cuando se vote. El congreso del PP andaluz les ha llegado en su momento más difícil de la legislatura. Juanma Moreno se equivocó, al pecar de un exceso de confianza con la sanidad andaluza. En décadas pasadas,…

LO peor de las alertas alimentarias no es sólo que aparecen tarde y mal, sino que después derivan en la histeria alimentaria. En el caso de la listeriosis provocada por la carne mechada de Magrudis hubo un proceder funesto, por parte de esta empresa sevillana. Y dio la impresión de que los controles eran demasiado inútiles. Así que el consejero Jesús Aguirre ha extremado el celo en la vigilancia, lo que parece muy bien. Pero hay que tener cuidado con los daños colaterales. Desconocemos todavía las responsabilidades de la empresa Sabores de Paterna, cuyos productos han sido retirados por la listeriosis detectada en un lote de carne mechada. Pero no es admisible que paguen justos por pecadores. Ni que este conflicto derive en la muerte del chicharrón.
ES habitual que se preste mucha atención a las imputaciones de políticos y que sus absoluciones sean minimizadas o ninguneadas. La imputación se maneja como una condena por anticipado. Pero cuando el político queda libre de responsabilidades parece que se acepta como un “¡Ah, bueno!”; o incluso dejan caer que ha sido listo y se ha escapado. En el caso de Juan Carlos Cabrera y su supuesta connivencia con la mafia del taxi, el desenlace final ha pasado sin pena ni gloria. Desde el principio, se daba por supuesto que así ocurriría. Incluso el PP fue muy prudente, con un comportamiento ejemplar de Beltrán Pérez. Por el contrario, desde cierta izquierda socialista y desde cierta ultraizquierda hubo intentos de apear a Cabrera, como si fuera un árbol chungo del Parque de María Luisa. Hasta hubo quien pidió que no lo incluyeran en la lista del PSOE por estar imputado. No llegaron a nada porque el alcalde Espadas dio la cara y lo zanjó de raíz.
CON Brexit duro o con Brexit blando, España debe rectificar su visión de Gibraltar. Hasta ahora tenemos el síndrome de Gibraltar. Consiste en que los españoles nos preocupamos por ellos como si fuéramos sus monos. De modo que ahora, con el Brexit que pretende endurecer Borís Johnson, si se lo permiten, la principal preocupación es conseguir que no haya problemas con Gibraltar. Es decir, incumplir las normas internacionales que fijará Europa para las fronteras con el Reino Unido, a fin de no molestar a los gibraltareños, que dan más de 13.000 empleos a vecinos de La Línea, según algunas versiones. Dicen que nada debería cambiar.
FUE un partido de locos. Y no por culpa del VAR, que determinó tres jugadas decisivas, sino por la nefasta interpretación del árbitro Iglesias Villanueva y los que le insistieron para que anulara el 0-2 del Cádiz. Un gol que nadie había protestado, marcado por Álex, en el que Choco Lozano no influyó para nada, ni le hizo falta al hijo de Zidane. Un gol que era el 0-2 y dejaba el partido prácticamente visto para sentencia, pues faltaba poco más de media hora y el Racing apenas creaba peligro. Al anular ese gol (cuando previamente lo había concedido y se revisó durante tres minutos, hasta dar una excusa absurda) se entró en otro partido. Los dos penaltis pitados también fueron analizados en el VAR y decidieron el resultado.
ALGUNOS pensaréis que es una pesadez otro artículo sobre el carril bici de Cádiz. ¿Tan importante es? Pues sí. En una ciudad tan chiquitita, con un espacio tan limitado, es la principal obra de transformación urbana realizada en el último quinquenio. No sé si por motivos políticos, sociales o ecológicos, el gobierno municipal de Kichi y Martín Vila (que ha sido la cara visible del carril), ha puesto un interés que no se nota en otros asuntos a priori más acuciantes. Es decir, se lo han tomado como una prioridad, incluso como una urgencia. Se lo recomiendan a la juventud estudiantil. Y han cometido errores por no tener el proyecto bien resuelto.