AUNQUE los cadistas más rancios creen que el Cádiz CF es el equipo de la ciudad llamada Cádiz, la realidad es diferente. Es el equipo de la capital, sí, pero…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
TODA la esperanza cabe en una lágrima, cuando brota en el corazón. O cuando se refleja en la mirada de una Virgen, que muestra en sus mejillas las perlas de un dolor que es verdadero. Entonces se comprende que la Madre de Dios nos mira. Y no está en cuerpo…
EL sanchismo se mantiene en el poder gracias a que ha buscado la división y el enfrentamiento entre los españoles. Los ciudadanos de este país son divididos entre progresistas y reaccionarios (o fascistas), desde una falsa superioridad moral, que señala a los progresistas como los buenos y a los reaccionarios…
ESTE debate es antiguo. Se planteó en la posguerra, cuando José Luis Arrese, el primer ministro de Vivienda nombrado en este país, dijo aquella frase lapidaria: “Queremos una España de propietarios, no de proletarios”. El franquismo era una dictadura, pero tenían claro que debían apostar por la vivienda pública. Aunque duela decirlo, la mayoría de las barriadas que existen en este país proceden del franquismo. En Cádiz, ese asunto está clarísimo. La polémica entre propietarios o proletarios ha vuelto a surgir a cuento de los terrenos de Navalips. Ni que decir tiene que la izquierda gaditana está contra los propietarios, pues su concepto de la igualdad pasa porque todo el mundo sea pobre, y no porque los pobres dejen de serlo. Así todos vivirán de la ayuda pública.
HOY, a las ocho de la mañana, comienza la venta de sillas para la procesión extraordinaria del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. Que nadie se confunda. Esta vez no habrá largas colas en la Puerta Jerez, como es costumbre con las sillas y palcos de Semana Santa. Esta vez las colas se formarán en la plataforma digital Giglon, que ha sido la adjudicataria. Y no nos damos cuenta, pero lo que suceda con la venta de las sillas para la procesión del 8 de diciembre puede marcar un antes y un después en Sevilla. No significa que se adopte un sistema semejante para las sillas de la Semana Santa y el Corpus, pero nunca se sabe a dónde vamos a parar. Tampoco se sabía que podríamos solicitar las papeletas de sitio para salir de nazareno en la casa hermandad digital, y ya nos hemos acostumbrado.
SEGUIMOS con las promesas del fin de los solares desperdiciados en Cádiz. Otro solar de gran categoría es el de la calle Tolosa Latour. El nuevo proyecto de la Junta de Andalucía nos obliga a meter los dedos en la llaga. Si no lo veo, no lo creo, como dijo Santo Tomás. Se supone que en 2028 el solar de Tolosa Latour será un edificio de la nueva Ciudad Administrativa de la Junta de Andalucía. La Junta de Manuel Chaves vendió la idea de la Ciudad de la Justicia y ahora la Junta de Juanma Moreno valora el proyecto de la Ciudad Administrativa. Por medio quedarían más de 30 años, en los que ese solar no ha servido para nada, y ha sido un ejemplo de la desidia y el abandono de Cádiz como ciudad de la injusticia.
CON la muerte de José Luis Garrido Bustamante se nos va un pionero de la televisión y la radio en Andalucía. Tras su fallecimiento, se han recordado sus méritos, que son múltiples y variados. Fue el estandarte de RTVE en Andalucía, en los años de la transición, una voz solemne e inconfundible, que venía de Radio Nacional de España, y que se amoldó a la televisión hasta convertirse en su referente andaluz cuando la autonomía estaba recién nacida. José Luis fue la voz de su tiempo. Y para los sevillanos fue algo más: la voz del cofrade. Es decir, fue el profesional que consagró la televisión como un medio de comunicación esencial para las cofradías. Encumbró la pequeña pantalla como una referencia imprescindible para la difusión de la Semana Santa.
LOS relatos del PP son pésimos. Los relatos del PSOE son mejores. Por eso, Pedro Sánchez es presidente del Gobierno, aunque consiguió menos votos que el PP en las elecciones generales. Después le hizo unas promesas a Junts y ERC, de las que no ha cumplido ninguna. ¿Dónde está Puigdemont? Sigue siendo un prófugo. ¿Dónde está su amnistía? Por ahí anda. ¿Y el concierto con Cataluña? Todavía está afinando la orquesta. ¿Y las inundaciones de Valencia? Seis días después de que “la ultraderecha infiltrada” le lanzara un palo a Pedro Sánchez y fango al rey Felipe y a la reina Letizia, organizaron una manifestación a la que asistieron 130.000 valencianos para gritar que el culpable es Carlos Mazón, al que el PP se empeña absurdamente en justificar.