EN la polémica por los cambios de nombres de las calles, la opinión de los vecinos es importante. Son los afectados. Pues si te cambian el nombre de la calle,…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SEVILLANOS y sevillanas, titulares de casetas y de carruajes, votantes todos: la Feria ha terminado. Aquí había más gente que en la plaza de Oriente. Aunque no todos habían llegado en autobuses, porque a ciertas horas parecía imposible. Ahora estamos en la semana después. Ahora estamos en la semana de…
ETA fue fundada en 1959, cometió crímenes durante el franquismo, los siguió perpetrando en la democracia, anunció el cese de su actividad armada en 2011, pero no se disolvió oficialmente hasta 2018. ETA duró casi 60 años; es decir, 20 años más que el franquismo, y de ellos más de…
EN los buenos tiempos de las vacas gordas, las burbujas inmobiliarias y las tarjetas de empresa con derecho a mariscada también subía el paro en agosto. Entonces nadie decía que la culpa era de Rajoy, ni cuando mejoraba el empleo tampoco. Con los datos del paro pasa lo mismo que con el EGM de los medios de comunicación: se manejan al libre albedrío. Se comparan con el mes pasado, o con el año anterior, de modo que no se note tanto que dos y dos son cuatro parados. Por eso, con los datos de agosto que ha difundido el Ministerio de Empleo hemos tenido una cierta decepción: en Sevilla capital hay 1.600 parados más, hasta alcanzar 74.000. Aunque queda el consuelo de que en agosto del año pasado era peor: había 80.121.
EL riesgo de atentados terroristas yihadistas en Cádiz y su provincia es hoy el mismo que existía antes del 17 de agosto. Ni más, ni menos. No hay que acongojar a la gente. No hace falta cambiar los hábitos de vida, ni nada de eso, porque a la larga es lo que buscan los terroristas: crear más miedo del razonablemente necesario. Por ello, la instalación de bolardos en lugares como la plaza de San Juan de Dios hay que verla en su justa medida. Estamos en la apoteosis del bolardismo. Desde que se difundió que Ada Colau no los quiso colocar en las Ramblas de Barcelona, todos los alcaldes están dispuestos a bolardear lo que haga falta. Aunque sea sin ton ni son, y sin valorar las consecuencias colaterales que pueden ocasionar.
A la vuelta de las vacaciones, los sevillanos del éxodo no se encontrarán la ciudad exactamente igual, sino con más macetones. Es el símbolo de los tiempos. Apenas unos días después de los ataques terroristas yihadistas de Cataluña, ya estaba blindada Sevilla en sus zonas turísticas. Al menos, eso es lo que dicen, después de instalar un buen surtido de maceteros, que aquí son más conocidos como macetones, debido a su tamaño. Frente a los bolardos que Ada Colau se ahorró en Las Ramblas, los macetones que Juan Espadas ha dispuesto por la zona de los guiris. El blindaje ha comenzado. Intuyendo el futuro de la primavera, la Sevilla capillita tiembla.
LA España plurinacional, a efectos prácticos, se divide en Madrid, Cataluña, las provincias y el campo. A pesar de que existe un supuesto Estado de las Autonomías, el interés informativo mantiene una discriminación que viene desde antes de Franco. De manera que todo lo que ocurre en Madrid es importante, lo de Cataluña es inquietante, en las provincias depende de si hay muertos o heridos, mientras que el medio rural es agradable para desconectar un fin de semana. No existe en condiciones normales. Por eso, se le ha prestado una relativa atención al incendio ocurrido en La Cabrera, en la provincia de León, que ha sido el mayor del año en España, con un total de 10.022 hectáreas calcinadas.
JUSTÍSIMA victoria del Cádiz en Lugo. Fue superior al equipo local, controló el partido y dispuso de ocasiones para un triunfo más elocuente. Hay que destacar la extraordinaria actitud de este equipo, gracias a la entrega de todos. Es lo mejor que ha aportado Álvaro Cervera, esa garantía de luchar por la camiseta. Así se nota menos hasta la ausencia de un jugador tan determinante como es Alvarito, o la falta de un rematador como era Ortuño. En este partido, el Cádiz desperdició cinco jugadas claras de gol, con dos disparos a los postes. Sólo marcó Barral, y de penalti. Pero el futbolista que revolucionó el partido fue Moha.