ANTES se decía “Fulanito vive a cuerpo de rey”, y no era por don Juan Carlos I, que acaba de publicar sus memorias. Sin embargo, ahora (cuando no invitan al…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ABEL Moreno Gómez es un triunfador. Y eso despierta la admiración en la gente sencilla, y es lo que se quedará para la posteridad. Pero también origina envidia, entre los que intentar regatear méritos. Abel Moreno es una figura de la música popular sevillana, andaluza y española, pero no siempre…
LES quedará el consuelo de que peor que ahora no van a estar, cuando se vote. El congreso del PP andaluz les ha llegado en su momento más difícil de la legislatura. Juanma Moreno se equivocó, al pecar de un exceso de confianza con la sanidad andaluza. En décadas pasadas,…

ESTE fin de semana ha sido un pelotazo para el turismo y el comercio en Cádiz. Bastaba con pasear en la mañana de ayer por las calles del centro para comprobarlo. Los moteros han venido en el fin de semana, aunque su presencia en la capital gaditana es minoritaria, si se compara con los que se quedan en Jerez y El Puerto de Santa María. Sin embargo, la llegada de dos grandes cruceros, el Aida Stella y el MSC Preziosa, volvió a demostrar que es imprescindible consolidar y aumentar en lo posible el mercado del crucerismo. Un gran filón comercial, aunque sea turismo de paso, que no se nota en los hoteles, pero sí en todo lo demás.
LA apertura de hoteles en el centro de Sevilla tiene partidarios y detractores. Aunque se muden vecinos a la periferia y entren más turistas en el casco antiguo, también es cierto que gracias a los hoteles se salvan edificios en peligro. Un reciente ejemplo es el hotel Casa de Indias, abierto en febrero, en la Encarnación. Está gestionado por la empresa hotelera Intur, de la familia Gimeno, de origen castellonense, que apostó por otros hoteles en edificios históricos, como el Palacio de San Martín en el centro de Madrid. La obra que han realizado en su hotel boutique de Sevilla, con 61 habitaciones, ha devuelto la vida a un edificio que llegó a ser okupado durante un tiempo. Lo mismo que va a ocurrir con la antigua Vilima, que era otro edificio fantasma.
EL pasado domingo, al ver los resultados, ya empezaron las presiones de las fuerzas vivas para que el PSOE pacte con Ciudadanos. En el homenaje a Pedro Sánchez, la militancia gritaba entusiasmada: “¡Con Rivera no!”. Sonó a lo mismo de la sentencia de Pilato. Aunque sea lo peor, mejor suelta a Barrabás o a Frankenstein. A Pedro se le escapó una sonrisilla, pues sabe que hará lo que le interese. Aunque muchos no lo creían, va a seguir cuatro años como presidente del Gobierno, gracias a que supo aprovechar el miedo a Vox y los errores de Pablo Casado. Los resultados son una bendición para Sánchez, que puede jugar con varias barajas para sumar mayorías. Pero Rivera no va a pactar, faltaría más.
UNO de los motivos por lo que Teófila Martínez estuvo durante 20 años como alcaldesa de Cádiz es porque cumplía sus promesas. Mejores o peores, pero no las olvidaba. Planteó e impulsó algunos proyectos de ciudad ambiciosos, como el soterramiento del tren y la reurbanización de Extramuros, o el segundo puente, o el Bicentenario. Por ello, ganó cinco elecciones municipales y fue la más votada en la sexta (ya sin mayoría absoluta); aunque también fue muy criticada. Normal en una ciudad donde muchos se complacen en no hacer nada, ni proponer alternativas, ni cumplir lo que prometen. De Teófila decían algunos que es aparejadora y se le nota. Mujer con casco, a pie de obra, más que de salones o despachos.
POR la Puerta del Príncipe ha salido El Juli, por sexta vez. Los aficionados debaten si era exagerado. Como si fuera la puerta de su casa. La plaza de la Real Maestranza, en estos días, es como un oasis, aunque no puede tapar el difícil momento de lo que antaño se denominaba la fiesta nacional. Sería muy prolijo debatir las causas de la decadencia de los festejos taurinos en España. Entre los factores que influyen, el peor es la politización. Antes y después de la Guerra Civil, la afición a los toros era uno de los pocos asuntos en que las dos Españas estaban de acuerdo. Había toreros de derechas y de izquierdas, y poetas republicanos, incluso comunistas, que los mitificaron.