EN la polémica por los cambios de nombres de las calles, la opinión de los vecinos es importante. Son los afectados. Pues si te cambian el nombre de la calle,…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
ETA fue fundada en 1959, cometió crímenes durante el franquismo, los siguió perpetrando en la democracia, anunció el cese de su actividad armada en 2011, pero no se disolvió oficialmente hasta 2018. ETA duró casi 60 años; es decir, 20 años más que el franquismo, y de ellos más de…
EL coronavirus va a pasar por la plancha, como si fuera un chuletón de buey. El coronavirus no ha muerto en Sevilla, pero está dando las últimas boqueadas en la pandemia de primavera. Todavía puede soltar alguna cornada, aunque es probable que reciba el puntillazo este fin de semana, cuando las temperaturas se aproximarán a los 40 grados. Hay que mantener las medidas de precaución, usar mascarillas y guardar las distancias sociales. Pero no se puede engañar a la gente, ni siquiera entre ellos, como en la reforma laboral. Para acabar con la pandemia en esta primera fase basta con seguir los contagios. La batalla sanitaria está prácticamente ganada, hasta que pase el verano. Otra cosa es la ruina que viene, que será mortal de necesidad.
LA OMS está en el punto de mira. Sus errores manifiestos en el inicio de la pandemia del coronavirus han favorecido que hubiera miles de muertos en el mundo. Sobre todo en países como España, que tiene a un coordinador de Emergencias, Fernando Simón, que seguía sus directrices sin atender las peculiaridades españolas, como el flujo de viajeros peligrosos. Además de que la directora de Salud Pública de la OMS es la asturiana María Neira, que apareció varias veces en los telediarios de febrero, diciendo que no había pandemia en el mundo. Negaron todo. También negaron la utilidad de las mascarillas y dijeron que bastaba con lavarse las manos.
LA OMS está en el punto de mira. Sus errores manifiestos en el inicio de la pandemia del coronavirus han favorecido que hubiera miles de muertos en todo el mundo. Sobre todo en países como España, que tiene a un coordinador de Emergencias llamado Fernando Simón, que seguía sus directrices sin atender las peculiaridades españolas, como el flujo de viajeros peligrosos. Además de que la directora de Salud Pública de la OMS es la asturiana María Neira, que apareció varias veces en los telediarios de febrero, diciendo que no había pandemia en el mundo. Negaron todo. También negaron la utilidad de las mascarillas y dijeron que bastaba con lavarse las manos.
ENTRE la gente hay buenos y malos; y algunos que salen de paseo con cacerolas y banderas españolas, una mezcla rara. Pero la gente es intransigente. Y no se da cuenta de que gracias a los esfuerzos del Gobierno de Pedro y Pablo, con su equipo de científicos locos (de identidad desconocida), vamos mejorando. Poco a poco, no correr, que os vais a estrellar y os vais a saltar de provincia, y podéis aparecer en Sevilla o en Málaga, a cuyos aeropuertos llegan vuelos internacionales. Al aeropuerto de Jerez no le permiten aviones, ni barcos al puerto de Cádiz. A esta provincia la tienen abandonada. Pero, como compensación, para que la gente se distraiga y no proteste con las cacerolas, desde el lunes se permite pescar.
HAN pasado más de dos meses desde que empezó el confinamiento, estamos en la fase uno y pico, y nos hemos dado cuenta de que mascarilla no sólo rima con Sevilla, con maravilla, con silla, o con tortilla, sino también con Illa. Es ahora el ministro por excelencia del mando único. Han pasado más de dos meses de ruina, y por fin ha decidido que el uso de la mascarilla debe ser obligatorio en los espacios públicos. Aunque al final, se ha arrugado un poco, y ha abierto la trampita: siempre que no puedan guardar las distancias. En Marruecos es obligatoria, por citar un caso próximo. De allí siguen saliendo pateras, que no entran por los ocho puertos internacionales permitidos, sino a su aire. Pero las mascarillas son imprescindibles para los marroquíes. Y viajar a España está prohibido; excepto que sea en patera, ya digo.