ANTES se decía “Fulanito vive a cuerpo de rey”, y no era por don Juan Carlos I, que acaba de publicar sus memorias. Sin embargo, ahora (cuando no invitan al…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ABEL Moreno Gómez es un triunfador. Y eso despierta la admiración en la gente sencilla, y es lo que se quedará para la posteridad. Pero también origina envidia, entre los que intentar regatear méritos. Abel Moreno es una figura de la música popular sevillana, andaluza y española, pero no siempre…
A los pocos días de la catástrofe, escribí que Carlos Mazón debía dimitir como presidente de la Generalitat valenciana. Es lo que pensaban (y siguen pensando) la mayoría de los ciudadanos. Ha sido un error mayúsculo que permaneciera en el cargo, con la excusa de que sería el piloto de…

EN esta crisis del coronavirus, se han visto, una vez más, las grandes diferencias que existen en Sevilla entre la ciudad y los pueblos. Para cientos (quizá miles) de sevillanos de la Sevilla-Sevilla todo lo que hay más allá de las antiguas puertas derribadas empieza a ser discutible. Incluso Triana es mucha Triana, pero no es lo mismo. Y no digamos si hay carreteras por medio. Por eso ahora, cuando se descubrió que 17 municipios de la provincia se han librado del coronavirus, empezaron las preguntas. En el informe que publicó Álvaro Ochoa en este Diario, se apuntó una característica: los 17 pueblos limpios del coronavirus están todos a más de 35 kilómetros de Sevilla y en ellos viven menos de 6.000 habitantes.
LOS mercadillos de la provincia de Cádiz, como el Piojito, podrían empezar a funcionar desde el lunes 18 de mayo. En la fase 1 de la desescalada se permite la instalación de mercadillos al aire libre. Las condiciones son difíciles de cumplir. Si bien es posible que las modifiquen, como hace este Gobierno con sus medidas, que va soltando cual palos de ciego. En teoría, sólo pueden instalar el 25% de los puestos y a bastante distancia: se establece que deben quedar unos enfrente de otros, separados por una vía de tránsito, con una distancia mínima entre ellos de seis metros y con una separación mínima de dos metros y medio entre los laterales.
AL salir de casa los adultos y los mayores, nos hemos sentido como niños con zapatos nuevos. Nuestros papás políticos (no los suegros, sino el Gobierno de Pedro y Pablo) nos habían castigado durante más de un mes y medio: sin correr, sin pasear, sin jugar con amiguitos y amiguitas. Sólo nos permitían salir para los mandados en el supermercado de la esquina, o en la frutería de abajo, y si acaso ir a la farmacia por mascarillas, para que se rieran de nosotros. Pero bueno, como ahora podemos correr y pasear por calles que no habíamos pisado desde marzo (entonces era Cuaresma y se debatía si saldrían los pasos en Semana Santa), pues vemos detalles insospechados. Unos se solazan con el pío pío de los pájaros y otras escenas poéticas. Yo he sido más prosaico y me he fijado en que las calles de Sevilla están sucísimas.
EL Cádiz debe preparar la pretemporada del final de Liga, pase lo que pase. El entrenador, Álvaro Cervera, y la plantilla se enfrentan a una situación desconocida, sin similitudes, ni en España, ni en otros países. En el Norte de Europa y en los países del Este europeo, así como en China y otros de Asia, interrumpen los campeonatos en invierno, en las semanas con más riesgo de nevadas. En Argentina y otros países sudamericanos disputan los torneos de Apertura y Clausura. Pero nada de eso es comparable a la situación actual. Por lo que las consecuencias (físicas, psíquicas y deportivas) pueden ser sorprendentes e insólitas.
HACE dos domingos publiqué un artículo titulado España: más de 20.000 muertos. Hoy vamos por 25.100. Significa que en dos semanas han muerto 5.000 personas, según las cifras oficiales. Sin embargo, Fernando Simón dice que los últimos datos son “incluso mejores de lo esperado”. ¿Qué esperaba este sabio? A los muertos nos hemos acostumbrado, porque son menos y ya forman parte de lo cotidiano. Así que el Mando Único de la España Una, Grande y Encerrada vive en una contradicción permanente: por un lado, desconfinar a ratitos, sin causar un estropicio, pero sin garantías de control (no hay test suficientes, no se sabe quién está asintomático); y por otro intentan asustar para evitar una segunda oleada.