ANTES se decía “Fulanito vive a cuerpo de rey”, y no era por don Juan Carlos I, que acaba de publicar sus memorias. Sin embargo, ahora (cuando no invitan al…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ABEL Moreno Gómez es un triunfador. Y eso despierta la admiración en la gente sencilla, y es lo que se quedará para la posteridad. Pero también origina envidia, entre los que intentar regatear méritos. Abel Moreno es una figura de la música popular sevillana, andaluza y española, pero no siempre…
LES quedará el consuelo de que peor que ahora no van a estar, cuando se vote. El congreso del PP andaluz les ha llegado en su momento más difícil de la legislatura. Juanma Moreno se equivocó, al pecar de un exceso de confianza con la sanidad andaluza. En décadas pasadas,…

EL pasado sábado un médico y una enfermera fueron agredidos entre empujones, insultos y amenazas, cuando cumplían su actividad profesional sanitaria en el Centro de Salud de Alcalá del Río. Los presuntos agresores, una pareja que fue denunciada, se quejaban porque habían tardado un cuarto de hora en atenderlos para una cura programada, debido a que los profesionales estaban ocupados en una urgencia. Así está el patio de la sanidad pública en Andalucía. La repetición de hechos semejantes nos ha llevado a un punto de insensibilidad social, en el que estas agresiones pasan casi desapercibidas, como si ya formaran parte del sistema. Es comprensible la indignación de los sindicatos de médicos y de enfermería. Y de los profesionales, en general, algunos de los cuales se largan del sistema público andaluz en cuanto pueden.
EL consejero de Hacienda de la Junta, Juan Bravo, estuvo la semana pasada en Cádiz, y dijo que el Hospital de Puntales costará unos 400 millones. Una inversión que la Junta está dispuesta a hacer en los próximos años. “Es un compromiso con Cádiz”, dijo este consejero, nombrado por el PP tras el cambio. Una promesa que queda apuntada. Resulta curioso, porque el Ayuntamiento de Unidas Podemos (a las próximas van de Unidas Podemos con Pablo, y no de Adelante con Teresa) está trabajando en dos proyectos para ese mismo solar de los antiguos terrenos de la Aeronáutica: un aparcamiento de superficie y el traslado del Piojito. Como se ve, entre unos proyectos y otros, no hay color. O si lo hay, y se nota la diferencia.
EN Sevilla se habla y se escribe mucho del Metro y del tranvía, pero menos de la Red de Cercanías. Apenas aparece en el debate político para lamentar que todavía no exista una conexión de Cercanías entre la estación de Santa Justa y el aeropuerto de San Pablo; o para plantear una nueva estación en Palmas Altas, junto al Lagoh. El origen de esa anormalidad está en las competencias. El tren de Cercanías afecta básicamente al área metropolitana. Como el Ayuntamiento no tiene competencias más allá del término municipal parece que esas cuestiones le resbalan, como si la cuesta de Castilleja se quedara en el más allá. Por eso, el alcalde, Juan Espadas, y el líder de la oposición, Beltrán Pérez, discuten con más frecuencia sobre el Metro y el tranvía.
PARTIDAZO del Cádiz en Almería, donde ganó porque fue mejor y por amor propio para rebelarse ante una injusticia. Lo hizo con el catecismo del cerverismo, a pesar de que el multimillonario equipo almeriense le tenía bastante miedo. Y cuando se lo perdió, después de la polémica jugada del empate, el Almería se encontró con una sorpresa. El Cádiz cometió pocos fallos (el más grave fue el de la jugada del penalti) y tuvo muchos aciertos. Pero sobre todo desplegó una lección de tesón y pundonor.
EL invento de partido que está formando Íñigo Errejón no es una ocurrencia. Algunos lo subestiman, pero está correctamente planificado. Puede que se estrelle, porque el voto es más volátil de lo que parece. Muchos electores dudan entre indignados y aburridos, dos estados de ánimo negativos, de los que puede salir cualquier cosa. Errejón, en condiciones normales, se hubiera apuntado al PSOE, como otros comunistas arrepentidos y con apetito de poder. Pero, en estos momentos de incertidumbre, el mejor servicio que puede prestar para que Pedro Sánchez sea presidente es justo lo que hace: aplicar el modelo andaluz (eso que ellos llamaban el trifachito) a la izquierda fraccionada.