HEMOS leído en la prensa (o sea, en el Diario) que este verano no van a funcionar los lavapiés ni las duchas en las playas de Cádiz, según ha confirmado…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SE suele recordar que la Feria de Sevilla fue ideada por un catalán, Narciso Bonaplata, y un vasco, José María Ybarra. Por supuesto, no eran un catalán y un vasco independentistas, ni la Feria ganadera de 1847, con sus 19 casetas en el Prado, era como la de 2024. Sin…
FALTAN siete días para las elecciones en el País Vasco. Los de EH Bildu sueñan con ganar. Sería su primera vez. ¿Pasearán en gabarra? El mejor padrino para botarla sería Pedro Sánchez, que tanto les ha ayudado, hasta el punto de que ya pocos se acuerdan de que son los…
l Se cumplen 50 años del incendio fortuito en el que ardió la Virgen del Patrocinio y resultó dañado el Crucificado l En 1936, Salvador Dorado había evitado que asaltaran el templo
DOS veces el Cachorro pudo ser destruido en un incendio y dos veces se salvó. Este año se cumple medio siglo desde aquel suceso pavoroso y fortuito, ocurrido el 26 de febrero de 1973 en la capilla del Patrocinio, cuando la imagen antigua de la Virgen quedó destruida y el Cristo de la Expiración sufrió graves daños. Menos conocido es lo ocurrido el 19 de julio de 1937, cuando un grupo de asaltantes marxistas, intentó prender fuego a la capilla del Patrocinio. Se evitó en circunstancias milagrosas, gracias al heroísmo del que después sería popular capataz Salvador Dorado Vázquez El Penitente (o el Paitente, de pan y aceite, que era su apodo real), que lo impidió a riesgo de perder su propia vida.
VIENDO al Cristo de la Buena Muerte en las viejas fotos, me acuerdo de ti, José Ramón del Río. Has dejado de escribir artículos en el Diario por voluntad propia, porque en nuestras vidas también la Semana Santa personal va avanzando y las cruces del tiempo cada año pesan más. Este artículo deberías escribirlo tú, pero yo tomo el relevo en el palo. Al fondo parece que suena el martillo, que rasga los silencios. Tú sabes que el Viernes Santo representa lo más señorial de la Semana Santa. Era el día del sermón de las Siete Palabras, con el recuerdo del Cádiz dieciochesco que fue capaz de encargar Las siete últimas palabras de Cristo en la Cruz a Haydn. Era el día del Cristo de la Buena Muerte, en cuya hermandad se integraron algunos de los más cualificados profesionales de Cádiz. Era el día de recordar al marqués de Valde-Íñigo y a Cayetano del Toro, un Cádiz perdido, que se ha vulgarizado, a veces hasta ser irreconocible.
EL Jueves Santo de Sevilla encuentra su colofón en la Madrugada. Cuando se habla de procesiones magnas o extraordinarias, a veces se olvida que la tenemos todos los años. Entre el Jueves Santo y la Madrugada, con un breve paréntesis en la carrera oficial (pero no en las calles, donde hay continuidad), salen 13 cofradías. Entre ellas algunas de las más antiguas y de las que cuentan con más devoción universal. Entre ellas también las que representan la gloria de los Nazarenos. La iconografía de Jesús con la cruz a cuestas alcanza la cumbre de la Semana Santa sevillana en ese enlace de las horas mágicas que conduce desde el Jueves Santo a la Madrugada.
HUBO un tiempo en que la capilla del Caminito era como una ermita, situada a las afueras de la ciudad. Hubo un tiempo en que no existía el barrio de San Carlos (quizás el más oculto de Cádiz). Hubo un tiempo en que el mar llegaba más lejos, o más cerca de la ciudad, según se mire. Y se miraría desde los miradores de las torres alzadas para aguardar a las goletas y los bergantines que volverían de América. En aquella capilla pequeña, que aún parece una ermita, el marqués de Estrada y otros devotos fundaron en septiembre de 1748 el Rosario Público de las Angustias, el germen de la cofradía que hoy sale a las calles de Cádiz.
EN otras ocasiones lo he escrito: el Miércoles Santo sevillano es el día de la cruz. Está presente la cruz de Cristo crucificado en los pasos de La Sed, San Bernardo, El Buen Fin, La Lanzada, el Cristo de Burgos y las Siete Palabras. Está también la cruz del Calvario en el misterio de la Piedad del Baratillo. Y la lleva en sus hombros el Nazareno de la Divina Misericordia, que sale en el primer paso de las Siete Palabras. El día se completa con los misterios del Carmen y los Panaderos. Y, si la cruz es el motivo central del día, no podemos olvidar que dos de esos Crucificados (Buen Fin y Siete Palabras) tienen sus templos en la calle San Vicente.