CANTABA Lucho Gatica que la distancia es el olvido. Y después lo han cantado muchos más, en diferentes versiones. Pero no hace falta recurrir al bolero para dar el cante.…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SEVILLA es una ciudad polarizada en lo futbolístico. La rivalidad entre Sevilla y Betis (o a la inversa) se traslada incluso al cartel de la Cabalgata de los Reyes Magos, obra de Fernando Vaquero. En ese contexto, se ha consolidado la tercera vía del fútbol sevillano: el estadio de La…
PARA la diócesis de Cádiz y Ceuta es una buena noticia que uno de los dos obispos auxiliares de Sevilla, Ramón Darío Valdivia Giménez, haya sido nombrado administrador apostólico. Por dos motivos, principalmente. El primero es que por fin la Santa Sede admite la renuncia que el obispo Rafael Zornoza…

SIEMPRE pasa igual. Todos los años, cuando nos cambian la hora a finales octubre, la buena gente se queja. Dicen que es una barbaridad, que ya es de noche a las siete de la tarde. En otros tiempos, se comentaba que la culpa era de Angela Merkel. En aquellos tiempos de la crisis, todas las culpas eran de la canciller alemana, que por entonces había formado la gran coalición. Ahora ya nadie dice que la culpa es de la señora Merkel; y además en España también hemos formado la gran coalición. Entonces ¿de quién es la culpa? Pues, naturalmente, de Puigdemont.
CASI sin darnos cuenta, el llamado Festival de las Naciones (que se clausura el miércoles, día 1 de noviembre) cumple 24 años. Todavía no es una tradición sevillana, pero ha seguido la estela de dos nostalgias: por un lado, de la Expo 92, con esa internacionalismo que le vino bien a una ciudad con el sambenito de cateta y ombliguista; por otro, darle algún uso al Prado de San Sebastián, donde se ha quedado un vacío desde que se mudó la Feria a Los Remedios. Y, aunque casi todos los alcaldes han tenido su ocurrencia al respecto, ninguna cuajó. Así que este Festival de la Naciones, que dura todo el mes de octubre, se ha afincado en el otoño sevillano. Cumple unas funciones como de mini expo casera.
ESTE hombre no escarmienta. Ya se comprobó el jueves, cuando por la mañana iba a decir que convocaría elecciones autonómicas, y por la tarde anunció un pleno para la independencia. Sólo le interesaba negociar lo innegociable. Ayer, una vez destituido, hizo una declaración solemne para no decir nada de lo que hará. Si es que lo sabe. Sólo quedó claro que no acepta la aplicación del 155, y que convoca a la gente “con paciencia y perseverancia” como si nada hubiera pasado. No te preocupes, Puigdemont, que también esto pasará, como escribió Milena Busquets, que es catalana. Ya te has pasado bastante. Y ahora vienen las consecuencias.
PARTIDO a partido, se sigue viendo lo mismo. Aunque ayer el Cádiz mejoró, hasta que se desfondó en el último cuarto de hora. La nulidad en el ataque pasa factura. No es mala suerte. No es un partido de torpeza puntual. Es una incapacidad en el remate que denota un error grave en los fichajes: no ha venido un rematador de garantías. Barral y Alvarito desperdiciaron dos jugadas que podrían haber sido dos goles como dos soles. No hay que dar más vueltas, porque ahí estuvo la clave. Con esa torpeza es muy difícil ganar partidos en esta categoría.
POR culpa de 70 parlamentarios catalanes del PDeCat, Esquerra Republicana y la CUP, en Cataluña se ha creado un ambiente prebélico. “La convivencia en Cataluña está en peligro”, esto lo dijo José Montilla, ex presidente de la Generalitat en los tiempos del Tripartito del PSC con ERC y los ecocomunistas de ICV. Curiosamente, hoy los socialistas están a favor de la aplicación del 155 a regañadientes; ERC ha empujado a los convergentes hacia el independentismo; y los ecocomunistas están en ese conglomerado de Ada Colau que ayer se quedó en tierra de nadie. El Tripartito con el que empezó todo (recordemos que ERC había sido reducida a partido residual) se ha dividido en tres.