CANTABA Lucho Gatica que la distancia es el olvido. Y después lo han cantado muchos más, en diferentes versiones. Pero no hace falta recurrir al bolero para dar el cante.…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SEVILLA es una ciudad polarizada en lo futbolístico. La rivalidad entre Sevilla y Betis (o a la inversa) se traslada incluso al cartel de la Cabalgata de los Reyes Magos, obra de Fernando Vaquero. En ese contexto, se ha consolidado la tercera vía del fútbol sevillano: el estadio de La…
PARA la diócesis de Cádiz y Ceuta es una buena noticia que uno de los dos obispos auxiliares de Sevilla, Ramón Darío Valdivia Giménez, haya sido nombrado administrador apostólico. Por dos motivos, principalmente. El primero es que por fin la Santa Sede admite la renuncia que el obispo Rafael Zornoza…

PARA el Cádiz quedaba el premio de la eliminatoria de Copa del Rey, con un equipo de Primera, con un Betis que siempre despierta la rivalidad. Y adiós, muy buenas. Viendo los resultados de los partidos de ayer, con eliminatorias virtualmente resueltas a las primeras de cambio, no se entiende por qué se disputan a doble vuelta. El Cádiz pasará por el trance de visitar al Betis sin opciones reales de clasificarse. Ayer pudo conseguir un mejor resultado, si hubieran estado más acertados en el remate. No fue así, una vez más. Por lo demás, el Betis era superior y tuvo controlado el partido.
HA causado honda conmoción en Cádiz el debate intelectual surgido tras la paralización de la remunicipalización de los servicios de playa, a la espera de nuevos informes, tras los cuales es de suponer que reclamarán otros informes nuevos, a ver si llegamos hasta las elecciones de 2019 igual que ahora. En un lugar tan emblemático como el Salón de Plenos, la anterior alcaldesa, Teófila Martínez, llamó “cacique” y “fascista” al actual alcalde, José María González, por los métodos empleados. Siendo ella del PP, y él de Podemos. ha sorprendido. En otros tiempos de la recordada señora Michinina y demás, sucedía justamente lo contrario. La vida da muchas vueltas. Pero, sin querer, la ex alcaldesa ha entrado en un debate de fondo: ¿es Podemos fascista?
VIVIMOS en una sociedad con tendencia a culpar a los políticos. De lo suyo y de lo que corresponde a otros. Quedó de manifiesto en el caso del ascensor del hospital de Valme. Allí murió la joven Rocío Cortés, cuando era trasladada en una camilla, en unas circunstancias tan lamentables como confusas. Por eso, ahora también hay que tener prudencia y respetar la presunción de inocencia, cuando el atestado de la Policía apunta a “un fallo humano”. El ascensorista responsable del mantenimiento declarará como investigado. Pero ni antes la culpable era la consejera de Salud, Marina Álvarez, ni ahora lo es el ascensorista. Todavía no se ha juzgado lo ocurrido.
A final de mes (o sea, la próxima semana) prestigiosos hoteles de Chiclana, Conil, Rota, Tarifa y otros municipios costeros de la provincia van a cerrar. Algunos ni siquiera esperarán al puente de los Tosantos, que este año son dos puentes (uno por delante y otro por detrás). Es lamentable la falta de adaptación al calentamiento global. Es lamentable que cuando Irene García y los alcaldes van a Fitur, a promocionar el turismo provincial, todavía no se hayan orientado. El turismo de otoño e invierno es uno de los puntos negros de la oferta gaditana. Mucho hablar de que van a permitir los chiringuitos playeros abiertos todo el año, mientras están cerrando hoteles durante medio año.
ESTE año se han inscrito 29 agrupaciones de la provincia de Sevilla para participar en el concurso del Carnaval de Cádiz. Un récord de agrupaciones sevillanas, lo nunca visto. Si el episodio del cine porno, con las muchachas desnudas y el palacio de San Telmo al fondo, hubiera ocurrido en la plaza de San Juan de Dios gaditana, ante el Ayuntamiento de Kichi el de Podemos, hubiera suministrado material para decenas de cuplés verdosos. Sin embargo, hay que verlo en serio. Si ha ocurrido esto, en pleno centro de la ciudad, significa que en Sevilla hay un margen de error en la vigilancia. Sin dramatizar, pero sin olvidar que no está todo tan controlado como se suponía.