HEMOS leído en la prensa (o sea, en el Diario) que este verano no van a funcionar los lavapiés ni las duchas en las playas de Cádiz, según ha confirmado…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SE suele recordar que la Feria de Sevilla fue ideada por un catalán, Narciso Bonaplata, y un vasco, José María Ybarra. Por supuesto, no eran un catalán y un vasco independentistas, ni la Feria ganadera de 1847, con sus 19 casetas en el Prado, era como la de 2024. Sin…
FALTAN siete días para las elecciones en el País Vasco. Los de EH Bildu sueñan con ganar. Sería su primera vez. ¿Pasearán en gabarra? El mejor padrino para botarla sería Pedro Sánchez, que tanto les ha ayudado, hasta el punto de que ya pocos se acuerdan de que son los…
A veces se dice que en Cádiz nos miramos el ombligo. Muy contentos con todo lo nuestro, y con todos los nuestros. Sin embargo, otras veces se afirma, con bastante razón, que es una ciudad desagradecida. O se podría decir que hay una tendencia a negar los méritos de nuestros vecinos, o a regateárselos. Eso nos llevaría a la envidia y a la falta de generosidad. Pero, sobre todo, nos lleva a la injusticia. Los honores y distinciones pueden servir de ejemplo. Le han entregado la Medalla de Oro de Cádiz a la Virgen del Rosario, de mala manera, de tapadillo. Y también se podría preguntar: bueno, ¿y por qué no se la concedieron antes los otros? El PSOE y el PP gobernaron.
ES curioso que en el Ayuntamiento de Cádiz discuten hasta en los asuntos donde hay unanimidad. Ha pasado con el bono social del agua, y mayormente con el de la luz. Se supone que todos los partidos estaban de acuerdo, en una propuesta que no es sólo de ellos, sino de las entidades solidarias que trabajan con las personas en exclusión, como son Cruz Roja, Cáritas, Fundación Dora Reyes y otras fundaciones, Derechos Humanos, asociaciones de vecinos, hermandades, etcétera. Todos esos grupos (o casi todos) han pagado recibos de luz y de agua a personas que no podían. También el Ayuntamiento, en la etapa anterior, como se ha recordado.
CON tantas noticias y curiosidades como hemos tenido en los últimos días (procesiones, incendios, sofocos y la inminente llegada de otro pleno municipal) se nos han escapado varios asuntos de interés general. Algunos días necesitaría tres o cuatro artículos, por cumplir. Pues entre ellos se me habían ido vivos los Juanillos de 2017, como si fueran ninots indultados. Pero viendo los telediarios nacionales, en los que no apareció ni medio minuto de la Magna, aunque sí algún informador en la playa de Cádiz diciendo que hacía mucha calor (la noticia sería que nevara), caí en la cuenta. Esas escenas dantescas de la Noche San Juan en las playas de Barcelona, de Valencia y casi toda la costa levantina, además de La Coruña. ¿Es que los de Costas no se orientan? En media España celebran las Barbacoas de San Juan.
CADA vez que lamentamos un incendio de proporciones gigantescas, como el de Moguer, se recuerdan perogrulladas para difuminar responsabilidades. Recientemente, cuando los catastróficos incendios de Portugal, se publicó que la culpa había sido de un rayo. Después se recordó la nefasta gestión de los siniestros en ese país vecino, donde gobierna un contubernio auspiciado por los socialistas portugueses, que es la envidia de Pedro Sánchez. Siempre hubo fuegos a lo bestia en Portugal, también cuando gobernaba el centro derecha. Y es sabido que muchos de los siniestros lusitanos (y de los hispanos) tienen fines económicos. Lo cual no evita el riesgo de que se les pueda ir la mano en ocasiones.
LA Magna Mariana de Cádiz era un homenaje a la Virgen del Rosario por los 150 años de su proclamación como Patrona. Fue muy interesante. En realidad, más que una Magna Mariana, parecían 10 mini procesiones extraordinarias para arropar a la Virgen del Rosario en una efeméride solemne. ¿Pudo hacerse mejor? Pues sí. La procesión tenía un orden aleatorio y faltó criterio en la participación. Las imágenes marianas que salieron y los pasos no son los mejores de Cádiz, ni en lo artístico ni en lo devocional, salvo excepciones obvias. Pero la culpa de eso no fue del Consejo, sino de las hermandades que no salieron. Lamentarlo después está de más.