LAS chapucerías del callejero en Cádiz no han empezado ahora, sino que vienen de siglos pasados. La lista de los 40 principales que no tienen calle está encabezada por Alfonso…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
SUCEDIÓ el día después de la entrega del premio Cervantes. Aquel acto fue presidido por los Reyes, don Felipe y doña Letizia, flanqueados por Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, que no estaban acompañados por sus parejas. El premio fue recibido por Luis Mateo Díez, un gran escritor, de elaborada…
UNA de las grandes incógnitas políticas de Sevilla, Andalucía, España y la Humanidad es saber qué va a ocurrir con Susana Díaz después de Susana Díaz. Es decir, cómo evolucionará el PSOE de Andalucía y el de Sevilla (que es lo mismo, pues el PSOE andaluz siempre baila por sevillanas), en el caso de que Juanma Moreno sea presidente de la Junta ,con Juan Marín de vicepresidente. Es sabido desde el 3 de diciembre, cuando el ministro José Luis Ábalos enseñó la patita por debajo de la puerta de la sede madrileña de Ferraz, que el señor Sánchez está como loco por quitarse el problema de Susana. Sueña con el día en que podría tomar el poder en el PSOE de Andalucía, pero no se lo cree ni él. Pues los sueños se sueñan, según se sabe desde Calderón de la Barca y después con Freud.
EN Cádiz gusta mucho un culebrón. Esto no viene de ahora, pero con el tiempo se ha perfeccionado. Culebrones de reconocido prestigio son el del Hospital de Puntales y la Ciudad de la Justicia, que proceden de los tiempos de Manuel Chaves en la Junta, incluso son anteriores al culebrón de los Eres. Pero yo me refiero sólo al culebrón gaditano, que no se está perdiendo, a diferencia de sus habitantes, sino que mejora con el paso del tiempo. Al llegar los de Podemos al poder (así se demostró que podían) les entró el gusanillo de tener su propio culebrón. Algo por lo que ser recordados cuando pase el tiempo. Y así empezaron a contar su cuento de la buena pipa: el culebrón del hotel del estadio.
HAY que tener cuidado para no encender más la mecha del odio en los casos de delitos protagonizados por inmigrantes. Parecía que habían quedado en el olvido los incidentes de Pedrera, ocurridos hace un año, cuando en otro municipio de la Sierra Sur sevillana ha surgido el intento de linchamiento a unos rumanos sorprendidos cuando robaban. Como sucedió en Pedrera, no se trata de un robo aislado, sino que una comunidad rural, con fuertes vínculos de identidad, de aquí nos conocemos todos (Casariche no es como Nueva York), acusa a un grupo de extranjeros del aumento de robos y la inseguridad.
EN las vacaciones de Navidad, al igual que en verano, suele haber noticias relacionadas con los trenes Alvia de Renfe, en la línea de Madrid a Cádiz. Casi siempre originadas por esporádicos retrasos. Es una consecuencia subordinada del problema mayor: no existe un AVE entre Madrid y Cádiz, ni está previsto. Lo más curioso del caso es que las fuerzas vivas gaditanas y los partidos políticos se han resignado. Ya nadie lo pide. En los tiempos del Gobierno de Rajoy, su ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, viajó a Huelva para ofertar el AVE hasta la capital onubense. Ahora ni Rajoy ni De la Serna se dedican a la política. El actual ministro de Fomento, el socialista y sanchista de confianza José Luis Ábalos, está más ocupado en inaugurar el AVE a Granada. Por supuesto, del AVE de Cádiz no dice nada.
TODO es para el peatón, a su mayor gloria, pero sin el peatón. En las fiestas navideñas, Sevilla se ha peatonalizado. Colocaban a policías locales en la Puerta Carmona y otras antiguas puertas, que ya no existen, para no dejar pasar ni un coche, más allá de la guerra entre los taxis y los VTC. Pero es lo mismo. Incluso en la semipeatonal calle de Mateos Gago, arteria principal del turistificado barrio de Santa Cruz, aparecen coches a todas horas, para complementar a los veladores. El peatón siente ganas de ser un dron, pues de otro modo resulta imposible avanzar. Se recuerda con agrado aquel día en que el alcalde Espadas vendió la burra de la peatonalidad. Son tantas las excepciones que se cargan la regla.