HA sido un error garrafal. Un gol en propia puerta del PP gaditano. Como ha escrito muy bien Pablo Manuel Durio, en su artículo del pasado viernes, Bruno juega a…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SE suele recordar que la Feria de Sevilla fue ideada por un catalán, Narciso Bonaplata, y un vasco, José María Ybarra. Por supuesto, no eran un catalán y un vasco independentistas, ni la Feria ganadera de 1847, con sus 19 casetas en el Prado, era como la de 2024. Sin…
ETA fue fundada en 1959, cometió crímenes durante el franquismo, los siguió perpetrando en la democracia, anunció el cese de su actividad armada en 2011, pero no se disolvió oficialmente hasta 2018. ETA duró casi 60 años; es decir, 20 años más que el franquismo, y de ellos más de…
FUE la última gran dolorosa que llegó para la Semana Santa de Cádiz. El 12 de marzo de 2005 era bendecida en Santo Domingo esta Virgen, tallada por Luis Álvarez Duarte en su taller de Gines, que venía para acabar con todas las polémicas de las esperanzas. Era una imagen un poco sevillana, un poco genovesa y muy gaditana. Un poco sevillana por su estilo de la Virgen Niña, un poco genovesa por su policromía fina; pero sobre todo muy gaditana porque en sus ojos tiene el reflejo del mar de Cádiz. Venía para ser la última Cigarrera, en la que se simboliza el amor de todas las cigarreras, que habían rezado a otras imágenes, con otros rostros, para contarle sus íntimas esperanzas.
Fue un encargo que hicieron los jesuitas para provocar el arrepentimiento. El imaginero recurre a la serenidad para reflejar la elocuencia implacable de la Muerte
CON el paso del tiempo, se pudo escribir su historia. Hoy el Cristo de la Buena Muerte es una de las obras mejor documentadas de su autor, Juan de Mesa, que durante siglos fue un artista oculto bajo la fama de su maestro. El 13 de marzo de 1620, el jesuita Pedro de Urteaga encargó al escultor Juan de Mesa y Velasco la hechura de un Crucificado para la Casa profesa que tenían en Sevilla. El Cristo fue terminado el 8 de septiembre de 1620. También le encargó una Magdalena abrazada a la cruz, que se perdió con los años. Una leyenda afirma que los jesuitas pretendían escenificar el arrepentimiento ante la Muerte de Cristo, un testimonio impactante para disuadir del pecado de la prostitución.
ENTRE todos los misterios de la Flagelación que salen en la Semana Santa andaluza, ninguno tiene una columna como la de Cádiz. Es una obra de arte histórica, documentada y autenticada por sí misma. En la base de la pieza, se indica que el capitán Simón de la Sierra y Fonseca y el capitán Velázquez Larios, fundadores de la Archicofradía del Stmo. Cristo de la Columna de Cádiz, donaron esta columna, en el año 1666. También está muy clara la autoría: “Franco Zuarez me fecit en México”. El año pasado se cumplieron los 350 años de esa columna de plata.
EL Estado de las Autonomías progresa adecuadamente: ETA ha sido derrotada, por eso se desarma, porque no tiene futuro. Sin embargo, nos queda la cuestión catalana, que no ha sido desactivada. Buscar una salida en el laberinto catalán, que sea asumible por todos, parece difícil. Fue Rajoy a Barcelona, pidió sensatez, ofreció 4.200 millones de euros en inversiones para infraestructuras, y lo criticaron en Cataluña y en el resto de España. En Cataluña (donde reclaman esas inversiones desde hace años), porque no se fían y les parece poco. En el resto de España, pidieron qué hay de lo nuestro. En Andalucía se recordó cómo está el asunto ferroviario en Granada y en Almería, o el enlace de Algeciras con Bobadilla, y todo lo demás.
Fue bendecida hace medio siglo, pero el tiempo no pasa por Ella. Eterna juventud. Es el milagro de que la Madre de Dios siempre tenga 15 años
UN chaval de 15 años vio la cara de la Virgen en un sueño. Era casi una niña, pura, inmaculada, que se despertaba a la vida. Quizás presagiaba que algún día un dolor lacerante traspasaría sus entrañas. Quizás era la misma niña a la que se le apareció un ángel, para anunciar un misterio que Ella aceptó. Desde aquel momento, esa niña sería la Madre del Hijo de Dios. Y aquella Niña (ya con mayúsculas), de tan pura como era, nunca envejecería; y tendría 15 años así que pasaran 50, y seguiría siendo una Niña cuando hubieran pasado todos los siglos de los siglos. Aquel chaval decidió que aquella Niña del sueño se convertiría en una imagen. Todavía nadie sabía que se llamaría Guadalupe.