ANTES se decía “Fulanito vive a cuerpo de rey”, y no era por don Juan Carlos I, que acaba de publicar sus memorias. Sin embargo, ahora (cuando no invitan al…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ABEL Moreno Gómez es un triunfador. Y eso despierta la admiración en la gente sencilla, y es lo que se quedará para la posteridad. Pero también origina envidia, entre los que intentar regatear méritos. Abel Moreno es una figura de la música popular sevillana, andaluza y española, pero no siempre…
A los pocos días de la catástrofe, escribí que Carlos Mazón debía dimitir como presidente de la Generalitat valenciana. Es lo que pensaban (y siguen pensando) la mayoría de los ciudadanos. Ha sido un error mayúsculo que permaneciera en el cargo, con la excusa de que sería el piloto de…

EN el Museo de Cádiz no se podrá ver la colección de Bellas Artes ni la de Arte Contemporáneo, ni la de Estatuas Romanas hasta final de año. No es por gusto, sino por las obras que realizarán durante ese periodo para reponer las monteras, que obligan a cerrar dos plantas. Por el contrario, van a permanecer abiertas, como se ha informado, la sección de Arqueología, en la planta baja, y la colección de títeres de la Tía Norica. Es probable que, en Cádiz, esto le importe poco a la gente. Aunque, culturalmente, es un gran bastinazo. Entre lo que no se podrá ver, está una parte de lo mejor del Museo, sobre todo en pintura. Cuenta con una colección injustamente menospreciada e infravalorada, que en el otoño gaditano no quedará a la vista.
LA gente es así, incluidos los políticos que hablan de la gente. Superado el momento heavy de la novelería, están confundiendo el Lagoh con el mercadillo del Charco de la Pava. Parece que la elogiada inversión del grupo Lar, ese centro comercial que fue considerado el más grande de España (ahora dicen que es el segundo de Andalucía, tras el Nevada de Granada), es equivalente a una venta ambulante por la cara que han montado en Palmas Altas, a la vera de la Ciudad de la Justicia y las tres mil viviendas que construirán en el nuevo barrio de Isla Natura. Ahora se han dado cuenta de que aquello va camino del caos. Y yo pregunto: ¿son tontos o qué? ¿Quién concedió la licencia de apertura? Algunos tienen amnesia histórica. Se acuerdan de lo que pasó hace 80 años y se olvidan de lo que dijeron ellos mismos hace 80 días.
EL Cádiz es como esos ciclistas que se escapan al principio de una etapa montañosa, y que sueñan con la gloria cuando todavía están muy lejos de la meta. Es la hora de soñar y de esperar que el equipo no se desfonde. También de corregir las carencias que se le notan. Sin embargo, los éxitos no están llegando por casualidad, sino por la solidez de un bloque en el que ninguno se siente figura y en el que todos luchan con el máximo sacrificio. Los envidiosos ya no saben qué decir. Ahora hablan de la efectividad, como si fuera algo negativo, cuando es una de las habilidades del fútbol. Puede que sea pintoresco ganar un partido con una posesión del 28%. Pero el Cádiz tuvo tres ocasiones de gol, y marcó dos. Las Palmas no creó ninguna jugada clara de peligro en todo el partido. El resultado es justo.
EL Cádiz interior o del arciprestazgo de Intramuros (la ciudad histórica, en general) no está preparado para el tráfico de vehículos. Tampoco para los carriles bicis, que forman parte del tráfico. Y no puede funcionar como una gran bolsa de aparcamientos, en todo su perímetro, porque su espacio es muy limitado. La culpa de eso no la tiene Kichi, ni la tuvo Teófila, ni antes Carlos Díaz, ni siquiera Emilio Beltrami, Jerónimo Almagro, José León de Carranza y todos los anteriores. La culpa la tiene Cádiz, que es como es. En ese tramo funciona como una isla. En realidad, es una fortificación amurallada, que debería pertenecer al Patrimonio de la Humanidad. La movilidad, en el anillo periférico, siempre ha estado mal, aunque ahora se ha quedado peor; es decir, insoportable.
EL pasado miércoles se cumplió el cincuentenario del Parque Nacional de Doñana. Fue creado el 16 de octubre de 1969 por un decreto del Gobierno franquista, y afectaba a una extensión menor a la actual, que en parte pertenecía al Ministerio de Educación y Ciencia y en parte era propiedad privada. Esto es oportuno recordarlo, porque el ecologismo no es de derechas ni de izquierdas, sino que es o no es. Se conocen casos de gobiernos comunistas que han cometido barrabasadas y de gobiernos fascistas que también, y a la inversa. Pero, como pasa con tantas cuestiones políticamente correctas, en cierta izquierda se colgaron las medallas de la exclusiva, con los otros en la inopia. También hay ecologistas que cobran por serlo, y otros austeros y cargados de bonitas intenciones para salvar el planeta, que rima con Greta.