EN la polémica por los cambios de nombres de las calles, la opinión de los vecinos es importante. Son los afectados. Pues si te cambian el nombre de la calle,…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SEVILLANOS y sevillanas, titulares de casetas y de carruajes, votantes todos: la Feria ha terminado. Aquí había más gente que en la plaza de Oriente. Aunque no todos habían llegado en autobuses, porque a ciertas horas parecía imposible. Ahora estamos en la semana después. Ahora estamos en la semana de…
ETA fue fundada en 1959, cometió crímenes durante el franquismo, los siguió perpetrando en la democracia, anunció el cese de su actividad armada en 2011, pero no se disolvió oficialmente hasta 2018. ETA duró casi 60 años; es decir, 20 años más que el franquismo, y de ellos más de…
EN las próximas elecciones no sólo está en juego el futuro de España, que suena rimbombante. También los partidos se juegan mucho. Por eso, hay nervios y movimientos estratégicos que pueden ser desesperados en los últimos días de campaña. Según las últimas encuestas publicadas, el resultado dependerá de la capacidad del PP para liquidar a Vox; es decir, para desinflarlo de votos. Si lo consigue, puede haber un Gobierno conjunto de PP y Ciudadanos. Pero, en estos momentos, lo más probable es que gane el PSOE y que obtenga opciones de gobernar. Bien con el pacto Frankenstein, incluyendo otra vez a los independentistas; o bien con Ciudadanos, lo que se antoja inviable, porque Rivera se debería tragar sus propias palabras. En tales condiciones, Frankenstein tiene las máximas posibilidades, a no ser que quieran volver a las urnas en otoño. Este supuesto tampoco es descartable.
HOY se dan a conocer oficialmente los horarios e itinerarios de la próxima Semana Santa. El Cabildo de Toma de Horas cumple el rito. Por vez primera desde que es presidente Francisco Vélez, será aprobada una nómina que es de transición hacia la Semana Santa del siglo XXI. Se ha hablado, se ha escrito, se ha especulado mucho sobre el Martes Santo. El presidente expuso (desde antes de ser elegido) que no consentiría el recorrido de la carrera oficial al revés. Pero es sólo una parte del problema de organización en que se ha convertido la Semana Santa.
COMO estamos en Cuaresma, algunos demagogos quieren que sea la última cena de la Junta. Pero hay que gobernar sin complejos. Potenciar la gastronomía, que es un reclamo turístico. Por eso, me ha parecido muy bien el comportamiento del nuevo gobierno andaluz. Era la víspera de celebrar la primera reunión fuera del palacio de San Telmo, en la provincia de Cádiz, y más concretamente en Sanlúcar de Barrameda, la patria chica del vicepresidente Juan Marín. ¿No decían que el clan de la Manzanilla manda en Ciudadanos? ¿Y qué hicieron? Pues organizar una cena en Casa Bigote. Si vas a Sanlúcar, lo suyo es eso, no vas a ir a una hamburguesería, como otros que yo me sé. ¿Qué dirían entonces en Bajo de Guía?
EN aquel tiempo las grandes huelgas de Semana Santa eran las de hostelería. Me refiero a la Transición, cuando los sindicatos empezaban a despuntar, con Marcelino Camacho y Nicolás Redondo demostrando quienes manejaban el cotarro. Llegaba el Domingo de Ramos, la gente estrenaba, empezaban a masificarse las calles, pero había un punto negro: la huelga de bares, con el consiguiente fastidio. La hostelería (toquemos madera, de mostrador de El Rinconcillo, verbigracia) ya no se dedica a esas huelgas de Semana Santa. Ahora los bares son cerrados directamente por el Cecop, llegado el caso de las altas horas de la Madrugada. Así que el relevo de las huelgas en esos días sagrados lo han asumido en el Metro. Sólo hay una línea, y ya ven.
EL presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitó el Valle de los Caídos el pasado lunes, pero ha tenido escasa repercusión mediática. Al menos, en el resto de España. Porque el Valle de los Caídos que visitó Pedro Sánchez no fue el que todavía acoge los restos de Franco, sino el de Cádiz. Como algunos gaditanos saben, está en el ECCO, el espacio municipal del arte contemporáneo, y es obra del dúo Costus, formado por los malogrados pintores Enrique Naya y Juan Carrero. Este Valle de los Caídos también debería ser emblemático, un lugar de culto de la movida puretona de toda España. Pero tiene la mala suerte de estar en Cádiz, a donde vino en tiempos de Teófila, en un ataque de posmodernidad. Y Cádiz, ya se sabe, es una ciudad que sólo existe para el cachondeo.