LA globalización nos puede llevar a adoptar los usos y las costumbres de otros países. Es lo que está ocurriendo con las fiestas de Todos los Santos y los Fieles…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LAS lluvias torrenciales y los vientos provocaron ayer inundaciones y destrozos en Andalucía, sobre todo en las provincias de Sevilla y Huelva. Coincidía la fecha con el aniversario de la dana que causó 229 muertos en Valencia, lo que acentuaba el impacto psicológico. En Sevilla se sabe que las grandes…
A los pocos días de la catástrofe, escribí que Carlos Mazón debía dimitir como presidente de la Generalitat valenciana. Es lo que pensaban (y siguen pensando) la mayoría de los ciudadanos. Ha sido un error mayúsculo que permaneciera en el cargo, con la excusa de que sería el piloto de…

UNA cuestión previa: tenemos un influjo alemán en lo político, pero lo disimulamos. En la Transición, nuestra democracia se fijó en Alemania para su reforma política, quizá porque ellos pasaron desde el nazismo a la democracia. La Fundación Konrad Adenauer (o sea, los demócratas cristianos de la CDU) asesoró a la UCD de Adolfo Suárez, que fue un partido con demócratas cristianos, aderezado con otras incorporaciones de liberales y centristas varios. Y la Fundación Friedrich Ebert (o sea, los socialdemócratas del SPD) asesoró al PSOE de Felipe González, que convirtió en estatuas de sal a los socialistas históricos, cuando salieron de la noche de los tiempos. Así nació nuestra democracia bipartidista.
LA gente obediente lo está diciendo: se nos va 2021, que ha sido el año de las vacunas. Los chinos ponen a los años nombres de animales: la rata, el buey, el tigre, el conejo y otros así. Los chinos no le pusieron nombre al coronavirus, pero decían algunos científicos que el virus procede del murciélago o el pangolín. La madre que los parió (al murciélago y al pangolín, o al bicho que hiciera la faena), porque van dos años de contagios. En diciembre de 2020 Sánchez dijo que esto se acabaría de una vez por todas con las vacunas, y que alcanzaríamos la inmunidad de rebaño en agosto, o así. Y ya ven… Ahora el bicho se llama ómicron. Pronto no quedarán letras griegas.
LAS vacaciones de Navidad comenzaron con el futuro alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, y el presidente de la Diputación Provincial, Fernando Rodríguez Villalobos, confinados tras dar positivo en las pruebas de coronavirus. Se unían así a los políticos que han sufrido la enfermedad o han guardado cuarentena por ser contactos estrechos. Si repasamos la lista de políticos sevillanos y andaluces contagiados, nos encontramos a muchos del PSOE y del PP, pero también de los demás partidos. En la mayoría de los casos no se ha respetado la privacidad, quizá porque son personajes públicos. La privacidad se olvida en las enfermedades. A unos enfermos les gusta contarlo, porque les ayuda a superarlo, pero a otros no, porque también puede causar perjuicios psicológicos y hasta económicos.
UN reconocido escritor gaditano, llamado José María Pemán, considerado fascista hoy en día y liberal monárquico cuando lo escribió, publicó en 1970 un libro titulado Mis almuerzos con gente importante. Un reconocido escritor no gaditano (nacido en Barcelona), llamado Manuel Vázquez Montalbán, considerado comunista cuando lo escribió y olvidado por los comunistas de hoy en día, publicó en 1984 un libro titulado Mis almuerzos con gente inquietante. En la España del último tercio del siglo XX, los buenos escritores y periodistas de la derecha y la izquierda, como Pemán y Vázquez Montalbán, además de artículos, podían escribir libros en los que se referían a personas con las que simpatizaban más o menos, pero con las que habían convivido. Además, los almuerzos de antes no eran como los de hoy en día. Y no se anulaban por un quítame allá esos virus.
LOS empresarios y los sindicatos pactan mejor cuando hay dinero por medio. Bien lo sabe Pedro Sánchez, que ha vuelto a demostrar sus dotes de titiritero con el acuerdo para la reforma laboral. Ha utilizado como peonas de confianza a Nadia Calviño, que tranquilizaba a los empresarios, y a Yolanda Díaz, que daba confianza a los sindicatos. Y así ha salido un texto que no entusiasma, que incumple básicamente lo que los empresarios y los sindicatos defendían ante los suyos. Sin embargo, es un documento esencial para presentarlo en Bruselas y que toque el Gordo de los fondos europeos. Cobrar es lo único importante y todos llevan participaciones.