LA intención de crear un partido provincial en Cádiz para las elecciones autonómicas ha sido acogida con escepticismo. Es normal, porque ese partido está impulsado por el alcalde de La…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
CON motivo de la Misión de la Esperanza de Triana en el Polígono Sur, se ha recordado a los vecinos que salieron de sus barrios hacia los polígonos construidos durante los años del franquismo. Concretamente, que llegaron muchos trianeros, entre ellos los gitanos de las cavas, al Polígono Sur, con…
ESTE país, quizás el más progresista del mundo (con permiso de Venezuela), es la locomotora económica de Occidente. Tiene la mayor subida del PIB; batimos el récord de empleo y de parados a la vez, y es el único de la OTAN que no puede llegar al 5% en gastos…

HOY se celebra el Cabildo de Toma de Horas para aprobar los horarios e itinerarios de la Semana Santa de 2024. En realidad, el cabildo es ya sólo un rito, en el que las autoridades civiles y religiosas cumplen el formalismo de firmar la nómina y pronunciar un discurso. Avalan lo aprobado previamente por el Consejo de Hermandades, que no siempre es lo que preferiría el citado Consejo, ya que los horarios de algunos días han sido decididos por los hermanos mayores (por unanimidad o por mayoría), según los requisitos acordados. ¿Son mejorables los horarios e itinerarios de 2024? Seguro que sí, todo es mejorable. Aunque nadie tiene una varita mágica. Dependen de un tiempo y un espacio que son finitos, y que cuentan con limitaciones.
CAE la lluvia al otro lado de los cristales, con persistente monotonía, como en el poema de Antonio Machado. Caen los que fallecen en un Cádiz que se pierde, uno tras otro, con una monotonía que abruma. Ya nada está donde estuvo, ni nadie sigue en su lugar. Ni siquiera doblan campanas en el Carmen, San Antonio, o la Castrense por un barrio del Mentidero que ya no es el que era, ni tiene a los que tuvo. Ya no escribe ningún poema Gitanilla, ni entra o sale nadie en la redacción y los talleres del Diario de Cádiz. En la calle Ceballos, donde teníamos los despachos, ahora existe un supermercado. Y se nos ha ido también Paco Perea, que fue uno de los protagonistas de aquel Diario. Hoy el siglo XX ya se parece más al XIX, es sólo historia, alejada del presente.
SEGUIMOS en la octava civil del fallecimiento de Carlos Díaz. Al homenajear la trayectoria del primer alcalde de la democracia, resultaría injusto no elogiar sus aportaciones determinantes para las tres C de Cádiz: el Carnaval, las cofradías y el Cádiz CF. Desde luego, aquel alcalde no era el prototipo del gadita. Desde el minuto 1, le criticaron que había nacido en Sevilla. Vivía en Cádiz, y en Cádiz siguió tras su retirada. Cierto es que vivía en Bahía Blanca, que no está considerado el barrio más gadita. Y también es cierto que como sevillano era “fino y frío”, como los calificó Unamuno. No era miarma. Y, como gaditano, no era de rimas con Logroño, ni de romper horquillas, ni de gritar “esto es Cádiz…”, etcétera. Pero ahí quedó su aportación.
TAN acostumbrados estamos a que los nuevos proyectos en Sevilla salgan mal que apenas se le presta atención cuando uno va adelante. Es lo que ocurre con el proyecto para la antigua fábrica de tabacos de Altadis y sus terrenos anexos. El 20 de febrero fue firmada la donación de la capilla a la Hermandad de las Cigarreras, gracias a las gestiones realizadas con la empresa KKH Property Investors, que fue la adjudicataria, y que tiene experiencia de remodelaciones en Madrid y Barcelona. Ante notario, firmaron la donación el presidente de la empresa, Josep María Farré, y el hermano mayor de las Cigarreras, José García Pastor, acompañados por el alcalde, José Luis Sanz. Porque no es una cesión, sino una donación. Significa que la hermandad, después de casi 60 años de estancia en esa capilla, por fin posee una sede propia, para arraigar y crecer en Los Remedios. Aunque eso es sólo la parte cofrade. Hay mucho más para la ciudad.
TRES días de luto oficial en Cádiz marcan el recuerdo del primer alcalde de la democracia. Carlos Díaz Medina pilotó un tiempo para la ciudad, que no fue sólo la transición desde la dictadura franquista a la democracia, sino el puente desde un Cádiz en blanco y negro a un Cádiz en color. El blanco y negro de las fotos se terminó con Carlos Díaz y el color empezó con Teófila Martínez. No lo escribo en peyorativo, porque el blanco y negro hoy está mejor considerado que nunca, se vuelve a las viejas fotos como se retorna a la nostalgia. Carlos Díaz fue el único alcalde posible para su tiempo. Fue un quijote que peleó contra los molinos de viento de la incomprensión. Hoy le alaban muchos que antes lo despreciaron.